Sintomatología y Patogenia de la Giardiasis
La giardiasis puede ser asintomática o causar síntomas que varían en severidad, siendo los niños y los ancianos los más susceptibles a formas graves. Los síntomas típicos incluyen diarrea, dolor abdominal, náuseas, distensión abdominal, flatulencia y pérdida de peso. En casos severos, puede ocurrir malabsorción y síntomas extraintestinales como alergias y artritis reactiva. La patogenia de la giardiasis es compleja e involucra daño mecánico por la acción de la ventosa y los flagelos, alteraciones en las microvellosidades intestinales, competencia por nutrientes y una respuesta inflamatoria del huésped. A diferencia de otros parásitos como Entamoeba, Giardia no invade los tejidos intestinales, por lo que la presencia de sangre en las heces es atípica.Diagnóstico y Tratamiento de la Giardiasis
El diagnóstico de la giardiasis se basa en la detección de trofozoítos o quistes en muestras fecales, contenido duodenal o biopsias intestinales. Métodos como la inmunofluorescencia y ELISA son útiles para identificar antígenos específicos del parásito. El tratamiento estándar para la giardiasis incluye agentes antiparasitarios como el Metronidazol, la Nitazoxanida y la Paromomicina, siendo esta última preferida durante el embarazo. La giardiasis tiene una distribución cosmopolita, afectando tanto a países desarrollados como en desarrollo, con una incidencia más alta en poblaciones pediátricas.Epidemiología, Transmisión y Prevención de la Giardiasis
Giardia lamblia es un parásito ubicuo, con una prevalencia que depende de las condiciones sanitarias y de higiene de cada región. La transmisión se produce principalmente por la ingestión de quistes en agua o alimentos contaminados, o por contacto con superficies contaminadas. Los reservorios incluyen humanos y animales como castores, perros y gatos. La prevención de la giardiasis implica medidas como el tratamiento de aguas residuales, la inspección de alimentos, la mejora de las infraestructuras sanitarias y la educación en higiene personal para interrumpir la cadena de transmisión fecal-oral.Trichomonas vaginalis: Agente Etiológico de la Tricomoniasis
Trichomonas vaginalis es un protozoo parásito que provoca la tricomoniasis, una infección de transmisión sexual prevalente, con aproximadamente 250 millones de casos nuevos cada año, afectando principalmente a individuos de 16 a 35 años. Este parásito es monoxeno y se distingue por su morfología periforme, con cuatro flagelos anteriores y un quinto flagelo que forma una membrana ondulante. La patogénesis de la tricomoniasis implica la adhesión al epitelio vaginal, la alcalinización del pH vaginal, la secreción de proteínasas y la inducción de hemólisis. Los síntomas difieren entre hombres y mujeres, siendo más pronunciados en estas últimas, posiblemente debido a la influencia de los estrógenos en el crecimiento y patogenicidad del parásito.Diagnóstico, Tratamiento y Prevención de la Tricomoniasis
El diagnóstico de la tricomoniasis se efectúa observando trofozoítos en muestras de secreciones urogenitales, y puede complementarse con cultivos o pruebas de detección de antígenos. El tratamiento recomendado es el metronidazol, que debe ser administrado a ambos miembros de la pareja sexual para prevenir reinfecciones. La prevención de la tricomoniasis se basa en la promoción de prácticas sexuales seguras, incluyendo el uso consistente de preservativos, para reducir la transmisión de esta enfermedad de transmisión sexual.