El sistema de conducción cardíaco es vital para la sincronización de las contracciones del corazón. Iniciando en el nódulo sinusal, el impulso eléctrico viaja a través del nódulo AV y el haz de His, llegando a las fibras de Purkinje para una contracción ventricular coordinada. La autoexcitación y los potenciales de acción en el nódulo sinusal, junto con la influencia del sistema nervioso autónomo, regulan la frecuencia cardíaca y la respuesta del corazón ante el ejercicio o estrés.
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El nódulo sinusal tiene la capacidad de autoexcitación y genera potenciales de acción regulares
Las vías internodulares transmiten los impulsos eléctricos del nódulo sinusal al nódulo AV de manera rápida y eficiente
El nódulo sinusal regula el ritmo cardíaco y suprime la actividad de otros centros de autoexcitación
El nódulo AV introduce un retraso vital para permitir el llenado completo de los ventrículos
Un bloqueo AV puede impedir la transmisión de impulsos desde las aurículas a los ventrículos
El sistema nervioso autónomo modula la función cardíaca a través de la estimulación simpática y parasimpática
Las fibras de Purkinje permiten una transmisión veloz y sincronizada del impulso eléctrico a través de los ventrículos
El sistema de Purkinje asegura una contracción ventricular coordinada y eficaz
En ciertas patologías, pueden surgir marcapasos ectópicos que alteran el ritmo cardíaco normal