Proceso de digestión de los nutrientes

La digestión y absorción de macronutrientes son procesos esenciales para la nutrición humana. Las grasas se emulsionan y descomponen en ácidos grasos y glicerol, mientras que los carbohidratos y proteínas se convierten en monosacáridos y aminoácidos, respectivamente. Estos compuestos son luego absorbidos en el intestino delgado y transportados al torrente sanguíneo, donde serán utilizados por el cuerpo. La absorción de electrolitos y agua en el intestino grueso es crucial para el equilibrio hídrico y electrolítico.

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Digestión y Absorción de las Grasas

La digestión de las grasas inicia en el estómago, donde las enzimas lipasa lingual y gástrica comienzan a descomponer los triglicéridos, que son moléculas compuestas por tres ácidos grasos y una molécula de glicerol. No obstante, es en el intestino delgado donde se lleva a cabo la mayor parte de la digestión lipídica. La bilis, producida por el hígado y almacenada en la vesícula biliar, emulsiona las grasas, incrementando su superficie de acción para las enzimas digestivas. La lipasa pancreática es la principal enzima que actúa en esta fase, hidrolizando los triglicéridos en ácidos grasos libres y monoglicéridos. Estos productos son solubilizados por las micelas, estructuras formadas por sales biliares, y transportados a los enterocitos, células del revestimiento intestinal, donde son reesterificados y empaquetados en quilomicrones. Los quilomicrones son luego secretados hacia el sistema linfático y finalmente al torrente sanguíneo, distribuyendo los lípidos a los tejidos del cuerpo.

Plato de pollo a la parrilla dorado en el centro, rodeado de uvas verdes, almendras, manzana roja, agua en vaso y espinacas en cuenco sobre superficie de madera.

Digestión y Absorción de Carbohidratos y Proteínas

La digestión de los carbohidratos comienza en la boca con la acción de la amilasa salival, también conocida como ptialina, que inicia la descomposición del almidón. En el intestino delgado, la amilasa pancreática y otras enzimas específicas, como la lactasa, sacarasa, maltasa y alfa-dextrinasa, continúan este proceso, convirtiendo los almidones y disacáridos en monosacáridos, principalmente glucosa, que es absorbida por las células intestinales en un proceso que involucra el cotransporte con iones de sodio. Las proteínas, por su parte, son desnaturalizadas y parcialmente hidrolizadas por el ácido clorhídrico y la pepsina en el estómago. Posteriormente, en el intestino delgado, enzimas pancreáticas como la tripsina y la quimiotripsina, junto con carboxipeptidasas, descomponen las proteínas en polipéptidos más cortos, que son finalmente hidrolizados en aminoácidos libres por las peptidasas de la membrana de los enterocitos. Estos aminoácidos son absorbidos y transportados al torrente sanguíneo para ser utilizados por el cuerpo.

Absorción de Nutrientes y Electrolitos en el Intestino

El intestino delgado es el sitio primordial para la absorción de nutrientes y electrolitos, gracias a su extensa área de absorción proporcionada por las válvulas conniventes y las vellosidades intestinales. Los aminoácidos, monosacáridos y ácidos grasos son absorbidos activamente en esta región. Los iones como el sodio y el cloruro son absorbidos principalmente en el duodeno y el yeyuno, mientras que el potasio y el bicarbonato también se absorben en estas áreas. La vitamina D y la hormona paratiroidea juegan un papel crucial en la regulación de la absorción de calcio en el duodeno. En el intestino grueso, se lleva a cabo la absorción de agua y electrolitos restantes, con una capacidad de absorción que puede alcanzar entre 5 y 8 litros de agua y electrolitos por día, lo que es esencial para mantener el equilibrio hídrico y electrolítico del cuerpo.

Mecanismos de Transporte en la Absorción Intestinal

Los nutrientes son absorbidos en el intestino mediante mecanismos de transporte activo y pasivo. El sodio es absorbido a través de un transporte activo secundario, que depende de la bomba de Na+/K+ ATPasa y de cotransportadores específicos para glucosa y aminoácidos. El cloruro sigue el gradiente eléctrico establecido por el sodio, y su absorción, así como la del sodio y el agua, es regulada por la hormona aldosterona. Los monosacáridos como la glucosa y la galactosa son absorbidos mediante cotransportadores de sodio-glucosa (SGLT), mientras que la fructosa utiliza un transportador facilitado independiente (GLUT5). Los aminoácidos y pequeños péptidos son absorbidos por transportadores activos y pasivos específicos. Las grasas, una vez emulsificadas y digeridas, son reensambladas en quilomicrones y absorbidas a través del sistema linfático, evitando el paso inicial por el hígado.

Hidrólisis y Condensación en la Digestión

La digestión de macronutrientes se basa en reacciones de hidrólisis, en las cuales el agua se utiliza para romper enlaces químicos complejos. En los carbohidratos, la hidrólisis descompone los polisacáridos en monosacáridos; en las grasas, separa los ácidos grasos y el glicerol de los triglicéridos; y en las proteínas, rompe las cadenas polipeptídicas en aminoácidos individuales. Estas reacciones son catalizadas por enzimas digestivas específicas para cada tipo de macronutriente. Aunque la condensación, el proceso inverso a la hidrólisis, ocurre durante la síntesis de macromoléculas, en la digestión, la hidrólisis es la reacción predominante que facilita la absorción de nutrientes en sus formas más simples y absorbibles.

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