San Agustín de Hipona, figura clave en la filosofía y teología cristiana, abordó temas como la relación entre fe y razón, la teoría del conocimiento, la naturaleza de Dios y la ética. Su pensamiento refleja influencias del maniqueísmo, neoplatonismo y cristianismo, y su obra
Mostrar más
San Agustín fue influenciado por el maniqueísmo, el neoplatonismo y el cristianismo en su búsqueda de la verdad y la fe
La conversión de San Agustín al cristianismo fue influenciada por el obispo Ambrosio de Milán y marcó un punto de inflexión en su vida y pensamiento
San Agustín argumentó que la fe y la razón son complementarias en la búsqueda de la verdad, ya que la fe iluminada por la razón conduce al conocimiento verdadero
San Agustín propuso una teoría del conocimiento que enfatiza la búsqueda de la verdad como camino hacia la sabiduría y la felicidad, y que incluye tres tipos de conocimiento: sensible, racional inferior y racional superior
San Agustín presenta una visión dualista del ser humano, compuesto por un cuerpo material y un alma inmaterial e inmortal
Según San Agustín, el pecado original ha corrompido la naturaleza humana, inclinándola al mal y subyugando el alma al cuerpo
A pesar de la inclinación al mal, el ser humano retiene el libre albedrío y puede elegir el bien y buscar la redención a través de la gracia divina
Para San Agustín, Dios es la verdad suprema y el objetivo final de la existencia humana, cuya contemplación conduce a la felicidad
San Agustín no intenta probar la existencia de Dios mediante argumentos racionales tradicionales, sino que recurre a razonamientos como el argumento cosmológico y el consenso universal
Según San Agustín, la creación es un acto de la voluntad libre y amorosa de Dios, y las esencias de todas las cosas existen en su mente como arquetipos de la realidad
Para San Agustín, el propósito de la vida humana es alcanzar la felicidad o beatitud, identificada con la unión con Dios
Debido a la naturaleza caída del ser humano, la felicidad es inalcanzable en la vida terrenal y requiere de la gracia divina
San Agustín define el mal como una privación del bien y una carencia de ser, y sostiene que el ser humano posee la capacidad de elegir el bien y alcanzar la verdadera libertad a través de esa elección