Evolución Histórica de la Psicología del Desarrollo y su Impacto en la Crianza

Evolución Histórica de la Psicología del Desarrollo y su Impacto en la Crianza

La psicología del desarrollo, como disciplina científica, ha evolucionado significativamente, influenciando las prácticas parentales a lo largo de las décadas. En la década de 1920, los consejos parentales estaban impregnados de una visión conductista, enfocándose en el control de los impulsos y comportamientos infantiles mediante métodos disciplinarios estrictos. Se consideraba esencial reprimir hábitos como la succión del pulgar o la masturbación. En los años treinta, la perspectiva cambió hacia el fortalecimiento de la autoridad parental, recomendando a los padres mantener una postura firme frente a las demandas de los niños y permitirles llorar si sus necesidades básicas estaban satisfechas. A medida que avanzaba el siglo XX, las actitudes hacia comportamientos como la masturbación y la succión del pulgar se suavizaron, y se sugería redirigir la atención de los niños en lugar de castigarlos. Eventualmente, se reconoció la importancia de ofrecer consuelo a los niños, lo que marcó un giro hacia un enfoque más empático y sensible en la crianza.

Transformación en la Perspectiva de la Crianza y el Desarrollo Infantil

En la década de 1950, la orientación de los expertos en desarrollo infantil se desplazó de la represión de impulsos y la resistencia a la "tiranía" de los niños hacia una visión más positiva y gozosa de la crianza. Se alentaba a los padres a adoptar un enfoque afectuoso y acogedor, confiando en que los niños desarrollarían la autorregulación en un ambiente amoroso y atento. En la actualidad, se sigue enfatizando la importancia de la calidez y la atención parental, pero también se promueve la estimulación del aprendizaje y el desarrollo de habilidades sociales e intelectuales a través de la interacción y el juego. Este enfoque contemporáneo refleja un entendimiento más profundo de la capacidad de aprendizaje innata de los niños y una disminución de las restricciones y temores que caracterizaban a las generaciones pasadas.

El Papel de las Teorías del Desarrollo en la Orientación Parental

Las teorías del desarrollo son fundamentales en la formulación de consejos para los padres, ya que reflejan las corrientes de pensamiento predominantes en cada época. Estas teorías, que consisten en conjuntos de afirmaciones lógicamente interconectadas, generan hipótesis que se someten a prueba y aplican aspectos de la experiencia humana. Funcionan como marcos conceptuales que seleccionan y organizan los hechos, resaltando aquellos que se consideran más relevantes para comprender el desarrollo infantil. Además, orientan la investigación al sugerir hipótesis sobre el desarrollo que pueden ser investigadas científicamente, lo que permite predecir comportamientos y resultados en distintos contextos.

Variedad de Teorías del Desarrollo y su Aplicación Práctica

Existe una amplia gama de teorías del desarrollo que abarcan desde enfoques biológicos, que subrayan la importancia de la maduración y la evolución, hasta teorías psicodinámicas, cognitivas y socioculturales. Las teorías biológicas, influenciadas por el trabajo de Charles Darwin, consideran la conducta desde una perspectiva evolutiva y pueden centrarse en la maduración individual o en cómo la conducta biológica contribuye a la supervivencia de la especie. Las teorías psicodinámicas, originadas en las ideas de Sigmund Freud sobre la motivación y el desarrollo psicosexual, contrastan con las teorías del aprendizaje, que enfatizan la influencia del entorno. Los teóricos cognitivos se interesan en los procesos mentales y las actividades del aprendiz, mientras que las teorías socioculturales examinan la interacción entre el individuo y su contexto, considerando cómo las influencias históricas y culturales moldean el desarrollo.

Arnold Gesell y la Teoría de la Maduración

Arnold Gesell fue un psicólogo y pediatra pionero que defendió un enfoque biológico en el estudio del desarrollo infantil, proponiendo que el desarrollo sigue un patrón predecible basado en un calendario biológico. Según Gesell, las habilidades emergen naturalmente a medida que el niño alcanza la madurez fisiológica necesaria. Esta teoría de la maduración enfatiza la autorregulación y sugiere que los niños muestran señales de estar listos para adquirir nuevas habilidades y comportamientos. La influencia de Gesell en la crianza ha sido notable, alentando a los padres a ser observadores atentos y responder a las señales de sus hijos, en lugar de imponerles expectativas basadas en normas externas.