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El Derecho Humanitario Internacional surgió tras la batalla de Solferino en 1859, impulsado por Henri Dunant. Con el Primer Convenio de Ginebra en 1864 y sucesivas revisiones, se establecieron normas para proteger a los heridos y prisioneros de guerra. Tras las guerras mundiales, los Convenios de Ginebra de 1949 y los Protocolos Adicionales de 1977 ampliaron la protección a civiles y restringieron el uso de ciertas armas, enfatizando la humanidad en el conflicto armado.
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La batalla de Solferino en 1859 fue un enfrentamiento entre los ejércitos de Francia y Austria que inspiró la creación del Derecho Humanitario Internacional
Un souvenir de Solferino
En su obra "Un souvenir de Solferino" (1862), Henri Dunant propuso la creación de sociedades de socorro voluntario en cada país, neutrales y protegidas por un acuerdo internacional
Comité Internacional de la Cruz Roja
La visión humanitaria de Henri Dunant llevó a la fundación del Comité Internacional de la Cruz Roja, que ha jugado un papel crucial en la promoción y aplicación del Derecho Humanitario Internacional
El Primer Convenio de Ginebra, firmado en 1864, estableció normas para el cuidado de los heridos en el campo de batalla y marcó el comienzo de una serie de tratados internacionales destinados a mitigar los horrores de la guerra
El emblema de la cruz roja sobre fondo blanco fue adoptado como símbolo de neutralidad y protección para el personal médico militar
A lo largo de los años, el alcance del Derecho Humanitario se ha expandido para incluir la protección de las víctimas de la guerra en el mar, la regulación del uso de ciertas armas y la protección de los prisioneros de guerra, entre otros aspectos
Las revisiones del Convenio de Ginebra en 1906 y 1929 reflejan el compromiso de la comunidad internacional con la evolución del Derecho Humanitario y mejoraron las condiciones de los heridos y prisioneros de guerra
En 1907, el Convenio de Ginebra se extendió a la guerra marítima, adaptándose a las nuevas realidades del conflicto armado
La Sociedad de las Naciones, precursora de la ONU, contribuyó al cuerpo de leyes de guerra con la prohibición del uso de armas químicas y biológicas en 1925
Los cuatro Convenios de Ginebra de 1949 ampliaron significativamente la protección a las víctimas de la guerra y modernizaron y consolidaron las normas relativas al tratamiento de los heridos y enfermos, los prisioneros de guerra y los civiles en tiempos de conflicto
En 1977, dos Protocolos Adicionales se añadieron a los Convenios, extendiendo la protección a las víctimas de conflictos armados internacionales e internos y reforzando el principio de humanidad en la guerra
Los Protocolos Adicionales establecen protecciones especiales para grupos vulnerables como mujeres, niños y periodistas, y prohíben el uso de bienes culturales para fines militares