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Las soluciones químicas son mezclas homogéneas de soluto y solvente, cuya concentración puede expresarse en molaridad o molalidad. La solubilidad, afectada por la temperatura, define la capacidad de disolución y lleva a soluciones saturadas o sobresaturadas, con implicaciones en química analítica.
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El soluto es la sustancia que se disuelve en una solución
El solvente es el medio que disuelve al soluto en una solución
La concentración de una solución se refiere a la proporción de soluto en relación al volumen total de la mezcla
Una solución diluida contiene una menor cantidad de soluto en comparación con el solvente
Una solución concentrada contiene una mayor cantidad de soluto en comparación con el solvente
La concentración implica añadir más soluto al solvente, mientras que la dilución implica añadir más solvente a la mezcla para disminuir la concentración de soluto
La solubilidad es la capacidad de una sustancia para disolverse en un solvente bajo condiciones específicas de temperatura y presión
Una solución saturada contiene la máxima cantidad de soluto que puede disolverse en un solvente bajo condiciones dadas
La solubilidad puede aumentar o disminuir con la temperatura, por ejemplo, la solubilidad de la sal en agua aumenta con la temperatura
Las unidades de medida comunes para expresar la concentración de una solución incluyen el porcentaje en masa, el porcentaje en volumen, la molaridad, la molalidad y las partes por millón
Las unidades de medida son esenciales para preparar soluciones con proporciones exactas de soluto y solvente, lo que es crucial en la formulación de productos químicos y la realización de experimentos y análisis precisos
La concentración también puede describirse cualitativamente mediante términos como "diluida" o "concentrada", que indican la cantidad relativa de soluto en una solución y están relacionados con la percepción de propiedades como el color, sabor, olor y viscosidad
Una solución insaturada contiene menos soluto del que puede disolverse en un solvente bajo condiciones dadas
Una solución saturada contiene la máxima cantidad de soluto que puede estar en equilibrio con el solvente
Una solución sobresaturada contiene más soluto del que se disolvería normalmente y es inestable, pudiendo precipitar el exceso de soluto con cualquier perturbación