La evolución histórica de la población española revela un crecimiento que supera los 47 millones en 2010. Factores como el baby boom, la inmigración y cambios en la fecundidad y mortalidad han moldeado este panorama. El envejecimiento poblacional y las bajas tasas de natalidad presentan desafíos futuros para la sociedad y economía españolas.
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La población española experimentó un notable incremento en el siglo XX, más que duplicando su número desde aproximadamente 18,6 millones en 1900 hasta alcanzar los 40,8 millones en 2001
Saldo migratorio positivo
El significativo aumento de la población española en la primera década del siglo XXI fue impulsado por un saldo migratorio positivo, resultado de la inmigración neta
Crecimiento natural
Aunque en menor medida, el crecimiento natural también jugó un papel importante en el incremento poblacional, calculado a partir de la diferencia entre el número de nacimientos y defunciones
Tendencias en la natalidad
A pesar de una disminución en la natalidad entre 1976 y 1996, se observó un aumento hasta el año 2008, en parte debido a la contribución de la población inmigrante femenina
El patrón demográfico de España ha seguido el modelo de la transición demográfica, con una caída pronunciada en la fecundidad a partir de 1975 y un aplazamiento en la edad de maternidad, así como cambios en la estructura familiar
La mortalidad en España ha mostrado una tendencia de mejora continua desde el siglo XX, con una interrupción durante la Guerra Civil y un avance en el siglo XXI
A pesar de un incremento en el número absoluto de defunciones debido al envejecimiento de la población, los indicadores como la esperanza de vida y las tasas de mortalidad por edades han disminuido
Las mejoras en la esperanza de vida se deben en gran parte a la reducción de la mortalidad en edades avanzadas y a un cambio en el perfil de las causas de muerte, que han pasado de ser predominantemente infecciosas a crónicas y degenerativas
Las proyecciones demográficas indican que España seguirá enfrentando tasas de crecimiento natural bajas o negativas, característico de una población que ha completado su transición demográfica
La combinación de una fecundidad persistentemente baja y una mortalidad en descenso sugiere un envejecimiento progresivo de la población en España
Este escenario demográfico presenta desafíos significativos y requiere la implementación de políticas adaptativas para manejar las consecuencias de una estructura poblacional en transformación y responder a las demandas en términos de servicios sociales, mercado laboral y sostenibilidad de los sistemas de pensiones