La respiración celular aeróbica es crucial para convertir nutrientes en energía, con el ATP como moneda energética. Este proceso incluye la glucólisis, el ciclo de Krebs y la cadena de transporte de electrones, generando hasta 38 ATP por glucosa. La respiración es vital para intercambiar gases y mantener funciones biológicas, mientras que la fermentación ofrece una alternativa energética en ambientes anaeróbicos.
Mostrar más
Las células convierten los nutrientes en energía durante la respiración celular aeróbica
La respiración celular aeróbica requiere la presencia de oxígeno para producir energía
La ecuación general de la respiración celular es C6H12O6 + 6O2 → 6CO2 + 6H2O + energía (ATP)
La glucólisis ocurre en el citoplasma y produce dos moléculas de ATP y dos de piruvato
El ciclo de Krebs se lleva a cabo en la matriz mitocondrial y genera dos moléculas de ATP, además de liberar dióxido de carbono y reducir coenzimas
La cadena de transporte de electrones tiene lugar en la membrana interna mitocondrial y es donde se produce la mayor cantidad de ATP
El ATP funciona como una moneda energética en las células, liberando energía cuando se hidroliza en ADP y un grupo fosfato
Las mitocondrias son los orgánulos encargados de la síntesis de ATP durante la respiración celular
El ATP es consumido y reciclado constantemente por la célula para impulsar reacciones bioquímicas y procesos celulares
La respiración celular proporciona la energía necesaria para mantener las funciones biológicas y permite el intercambio de gases en los seres vivos
El calor generado durante la respiración celular puede ser utilizado para mantener la temperatura corporal en organismos homeotermos
Los organismos se clasifican en aerobios o anaerobios según su dependencia del oxígeno para la respiración, y existen diferentes tipos de respiración anaeróbica