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La organización territorial de España comprende 17 comunidades autónomas y 2 ciudades autónomas, cada una con su autogobierno. Se destaca la diversidad lingüística con lenguas cooficiales en distintas regiones y un sistema de financiación que promueve la solidaridad interterritorial. El siglo XXI trajo transformaciones políticas y económicas significativas, incluyendo la crisis catalana y la recuperación económica bajo el gobierno de Pedro Sánchez.
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Las comunidades autónomas y ciudades autónomas de España tienen su propio grado de autogobierno, establecido en sus Estatutos de Autonomía
El modelo descentralizado de España, consagrado en la Constitución de 1978, permite a cada comunidad gestionar sus competencias en materias como educación, sanidad y ordenación del territorio
Las comunidades autónomas tienen su propio ejecutivo y legislativo, así como símbolos identitarios como la bandera, dentro del marco de la soberanía nacional y la unidad del Estado español
La autonomía financiera de las comunidades autónomas se rige por la LOFCA, que se basa en el principio de solidaridad interterritorial
El sistema de financiación tiene como objetivo garantizar un adecuado nivel de servicios públicos en todo el territorio y promover la cohesión económica y social
Existen dos regímenes de financiación: el régimen foral, propio del País Vasco y Navarra, y el régimen común, en el que el Estado redistribuye los impuestos entre las comunidades según criterios de población, renta y necesidades de gasto
La Constitución española reconoce y protege la diversidad lingüística del país, además del castellano como lengua oficial
Además del castellano, existen otras lenguas cooficiales en sus respectivas comunidades autónomas: catalán, gallego y euskera
También se reconocen y protegen otras modalidades lingüísticas como el aranés, el asturleonés y el aragonés, reflejando el compromiso del Estado con la preservación de la riqueza cultural y lingüística del país
Tras la Transición, España vivió periodos de expansión económica bajo los gobiernos de Felipe González y José María Aznar
La adhesión a la UE en 1986 y eventos como la Exposición Universal de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992 impulsaron la modernización y la proyección internacional de España
La crisis económica global de 2008 tuvo un impacto severo en España, con altas tasas de desempleo y recortes en servicios públicos, lo que desencadenó movimientos sociales y la emergencia de nuevos partidos políticos