Feedback
What do you think about us?
Your name
Your email
Message
La cultura Mogollón, destacada por sus prácticas funerarias y cerámica, prosperó en Arizona, Nuevo México y México entre el 500 a.C. y 1500 d.C. Con asentamientos como Paquimé, esta cultura precolombina mostró avances en arquitectura, agricultura y comercio, conectando con Mesoamérica. Su declive sigue siendo un misterio, pero su influencia perdura en culturas indígenas actuales.
Show More
La cultura Mogollón se desarrolló en el sureste de Arizona, el suroeste de Nuevo México y partes del norte de México
Los mogollones se adaptaron a una variedad de entornos, desde montañas y bosques hasta valles fluviales
Los mogollones tenían prácticas funerarias que incluían entierros con objetos de cerámica de alta calidad, reflejando su complejidad social y creencias espirituales
El periodo temprano abarca desde el 500 a.C. hasta el 1000 d.C. y se caracteriza por asentamientos en mesetas y cimas de montañas
El periodo tardío se extiende hasta el 1500 d.C. y se observa un aumento en la complejidad de los asentamientos, con una expansión hacia zonas más accesibles y fértiles
Durante el periodo tardío, se mejoraron las técnicas agrícolas y de gestión del agua, lo que pudo haber fomentado un crecimiento demográfico y una mayor estratificación social
Paquimé, también conocido como Casas Grandes, se encuentra en la región occidental de Chihuahua, México, y se destaca por su arquitectura avanzada y su infraestructura
Paquimé era un importante centro ceremonial y comercial, con influencias culturales de Mesoamérica y redes de comercio de larga distancia
Paquimé jugó un papel crucial como centro de intercambio en una red comercial que conectaba regiones distantes
Los mogollones desaparecieron antes de la llegada de los europeos, y las razones de su declive son objeto de debate entre los investigadores
Algunos grupos mogollones pudieron haber migrado o integrarse con otras culturas, como los zuñis
Se cree que los descendientes de los mogollones son los actuales tarahumaras, ópatas y cahitas, quienes conservan prácticas agrícolas y pesqueras que reflejan la herencia de sus ancestros