Fermentación Láctica y su Importancia en Organismos
La fermentación láctica es un proceso en el cual el NADH transfiere sus electrones al piruvato, transformándolo en lactato. Este tipo de fermentación es utilizado por ciertas bacterias en la producción de productos lácteos como el yogur y por células humanas como los eritrocitos, que no poseen mitocondrias y, por ende, no pueden realizar la respiración celular. Las células musculares también recurren a la fermentación láctica durante el ejercicio intenso cuando el oxígeno es escaso. Aunque se pensaba que el lactato era el causante del dolor muscular post-ejercicio, investigaciones recientes indican que no es el principal culpable. El lactato puede ser transportado al hígado y convertido de nuevo en piruvato, que luego se utiliza en la gluconeogénesis o en la respiración celular, demostrando su papel en la homeostasis energética del cuerpo.Fermentación Alcohólica y su Aplicación en la Industria
La fermentación alcohólica es un proceso fermentativo en el que el NADH dona electrones a un derivado del piruvato, resultando en la producción de etanol y dióxido de carbono. Este proceso consta de dos etapas: la descarboxilación del piruvato para formar acetaldehído y la reducción del acetaldehído a etanol, lo que regenera el NAD+. La fermentación alcohólica es esencial en la industria de bebidas alcohólicas, como la cerveza y el vino, y es llevada a cabo por levaduras. La concentración de alcohol en el producto final está limitada por la tolerancia de las levaduras al etanol, que depende de la cepa de levadura y de las condiciones del proceso de fermentación.Adaptabilidad de los Organismos Anaerobios
Los organismos anaerobios se clasifican en facultativos y obligados, basándose en su capacidad de utilizar oxígeno. Los anaerobios facultativos pueden alternar entre la respiración aeróbica y las vías metabólicas anaeróbicas, como la fermentación o la respiración anaeróbica, en función de la disponibilidad de oxígeno. Esta versatilidad les confiere una ventaja adaptativa, permitiéndoles maximizar la producción de ATP en presencia de oxígeno y sobrevivir en su ausencia. Los anaerobios obligados, en cambio, solo pueden vivir en ambientes libres de oxígeno, ya que el oxígeno les resulta tóxico. Un ejemplo son las bacterias del género Clostridium, que pueden causar enfermedades como el botulismo. Además, se han descubierto animales multicelulares que viven en sedimentos marinos anóxicos, lo que amplía nuestra comprensión de la diversidad de la vida en condiciones anaeróbicas.