Feedback
What do you think about us?
Your name
Your email
Message
La Guerra de los Treinta Años fue un conflicto devastador que afectó principalmente al Sacro Imperio Romano Germánico entre 1618 y 1648. Iniciada por diferencias religiosas y políticas, pasó por varias fases, incluyendo la Rebelión Bohemia y la intervención de Suecia y Francia. La Paz de Westfalia reconfiguró el orden europeo, reconociendo la igualdad de credos y alterando el equilibrio de poder. Este evento marcó un antes y un después en la historia europea, con consecuencias demográficas y económicas profundas.
Show More
La Guerra de los Treinta Años tuvo sus raíces en conflictos políticos, dinásticos y económicos en Europa
Paz de Augsburgo de 1555
La Paz de Augsburgo de 1555 intentó resolver las tensiones religiosas entre católicos y luteranos, pero resultó insuficiente
Expansión del calvinismo y tensiones religiosas subsiguientes
La expansión del calvinismo y las tensiones religiosas subsiguientes erosionaron la cohesión imperial y polarizaron a los príncipes alemanes, sentando las bases para la guerra
La formación de alianzas opuestas, como la Unión Evangélica y la Liga Católica, polarizó aún más a los príncipes alemanes y contribuyó al estallido de la guerra
La elección de Fernando de Estiria como rey de Bohemia y su política antiprotestante provocaron la Defenestración de Praga y la posterior Rebelión Bohemia
La muerte del emperador Matías y la elección de Fernando II como emperador intensificaron el conflicto y llevaron a una guerra abierta
La intervención de potencias extranjeras y la formación de frentes militares convirtieron la rebelión en una guerra a gran escala
La fase bohemia culminó con la derrota protestante en la Batalla de la Montaña Blanca
La intervención de Dinamarca-Noruega en la guerra resultó en una fase fallida
La entrada de Suecia bajo Gustavo II Adolfo en la guerra alteró el equilibrio de poder
La participación de Francia en la guerra contra los Habsburgo llevó a la búsqueda de una resolución pacífica
La Paz de Westfalia debilitó el poder del emperador y otorgó mayor autonomía a los estados del Imperio
La Paz de Westfalia reconoció la igualdad de los credos católico, luterano y calvinista
La guerra dejó a Francia y Suecia con mayores territorios a expensas del Imperio
La Guerra de los Treinta Años dejó una estela de destrucción y una grave crisis económica y social en Europa Central, cambiando el panorama demográfico y económico de la región