La pelvis es una estructura ósea que conecta el tronco con las extremidades inferiores, soportando el peso corporal y permitiendo el movimiento. Diferencias entre la pelvis femenina y masculina son clave en obstetricia y antropología forense. La cavidad pélvica protege órganos vitales y juega un rol crucial en la biomecánica y el parto.
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Los huesos ilíacos, el sacro y el cóccix se unen para formar la pelvis
Articulación lumbosacra
Permite movimientos de flexión y extensión del torso
Articulación sacroilíaca
Permite movimientos sutiles de deslizamiento y rotación
Articulación sacrocoxígea
Permite cierta movilidad del cóccix
Sínfisis del pubis
Puede distenderse durante el embarazo para facilitar el parto
Proporcionan estabilidad y soporte, y pueden adaptarse durante procesos fisiológicos como el embarazo
Es una estructura en forma de embudo que se extiende desde la apertura superior hasta la inferior
Apertura superior
Delimitada por la línea terminal y el promontorio del sacro, se comunica con la cavidad abdominal
Apertura inferior
Limitada por los ligamentos sacrotuberosos y las ramas isquiopubianas, y cerrada por los músculos del diafragma pélvico y el periné
Se divide en pelvis mayor y pelvis menor, cada una con diferentes funciones y estructuras
Presenta un estrecho superior más amplio y redondeado, ramas isquiopubianas más cortas y espinas ciáticas menos prominentes
Tiene un estrecho superior más estrecho y en forma de corazón, con ramas isquiopubianas más largas y espinas ciáticas que se proyectan hacia adentro
Existen cuatro tipos: ginecoide, androide, antropoide y platipeloide, cada uno con particularidades que influyen en la mecánica del parto y en la inserción muscular
Cumple funciones esenciales en la biomecánica corporal, como el soporte de peso, la locomoción, la protección de órganos internos y el parto en mujeres
Distribuye el peso del cuerpo de manera eficiente y proporciona puntos de inserción para músculos fundamentales para la postura y el movimiento
Sostiene los órganos pélvicos en su posición correcta y contribuye a la continencia urinaria y fecal, protegiendo así la vejiga, el colon, los órganos reproductivos y el recto