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La Ilustración del siglo XVIII marcó un cambio radical en la sociedad, promoviendo la razón y el conocimiento. Filósofos como Voltaire y Rousseau abogaron por la libertad y la igualdad, influenciando revoluciones y reformas. En España, Carlos III impulsó modernizaciones pese a la resistencia del Antiguo Régimen. El Neoclasicismo reflejó estos ideales en la literatura y el teatro, con obras críticas de la sociedad de la época.
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Los filósofos de la Ilustración cuestionaron las tradiciones y creencias arraigadas en la sociedad
Voltaire
Voltaire defendió la libertad de pensamiento y la tolerancia religiosa
Rousseau
Rousseau promovió la idea de un contrato social y la soberanía popular
Montesquieu
Montesquieu propuso la separación de poderes como forma de evitar el abuso de poder
La Enciclopedia compiló y difundió el conocimiento científico y humanístico de la época, promoviendo la educación y el pensamiento crítico
Federico II, Catalina la Grande y Carlos III implementaron reformas inspiradas en los ideales ilustrados en sus países
El Despotismo Ilustrado buscaba el progreso de las naciones a través de reformas, pero sin ceder el poder absoluto
Los monarcas ilustrados introdujeron mejoras en diferentes áreas de sus países para modernizarlos y promover el progreso
La Ilustración en España se enfrentó a la resistencia de las instituciones del Antiguo Régimen
A pesar de la resistencia, se lograron avances en la modernización de la economía, la educación y la promoción de las ciencias y las artes
Bajo el reinado de Carlos III, se establecieron sociedades económicas y se intentó reducir el analfabetismo y fomentar el pensamiento ilustrado a través de la educación y la censura de la literatura contraria a los ideales de la Ilustración
El Neoclasicismo se caracterizó por su énfasis en la razón y la búsqueda de la armonía y el orden en las manifestaciones artísticas
El ensayo se convirtió en un medio para difundir ideas ilustradas en la literatura española, con figuras como Feijoo y Jovellanos liderando la crítica a la superstición y la promoción de reformas
La correspondencia ficticia, como en "Cartas marruecas" de José Cadalso, se utilizó para ofrecer una visión crítica de la sociedad española de la época
El teatro neoclásico en España utilizó la dramaturgia para cuestionar las normas sociales y promover modelos de comportamiento basados en la razón y la moralidad
Obras como "El sí de las niñas" de Leandro Fernández de Moratín sirvieron como crítica social a la represión de la libertad de las mujeres jóvenes y la imposición de matrimonios no consensuados, promoviendo el debate y la reflexión sobre las reformas necesarias en la sociedad