Funciones y Estructura de la Córnea
La córnea es notable por su transparencia y su contribución al poder refractivo del ojo. Su claridad se debe a la organización altamente regular de sus fibras de colágeno y a su estado de hidratación controlado, así como a la ausencia de vasos sanguíneos y células pigmentadas. La córnea presenta una curvatura que varía en espesor, siendo más delgada en el centro. Está compuesta por cinco capas distintas: el epitelio corneal, que actúa como barrera protectora; la membrana de Bowman; el estroma corneal, que es la capa más gruesa; la membrana de Descemet; y el endotelio corneal, que regula la hidratación corneal. Cada capa cumple funciones específicas para preservar la integridad y la transparencia de la córnea.Inervación y Nutrición de la Córnea
La córnea, aunque carece de vasos sanguíneos para mantener su transparencia, obtiene nutrientes y oxígeno del limbo esclerocorneal, las lágrimas y el humor acuoso. Posee una densa inervación sensitiva derivada de la rama oftálmica del nervio trigémino, lo que la hace altamente sensible al dolor y al tacto. Durante el sueño, la oxigenación corneal se facilita a través de los párpados cerrados, mientras que en estado de vigilia, el oxígeno se absorbe directamente del aire ambiente a través de la película lagrimal.Regulación de la Transparencia Corneal
El metabolismo de la córnea se sustenta en la glucosa proveniente del humor acuoso y en el oxígeno obtenido de fuentes externas e internas. La transparencia corneal se mantiene gracias a la interacción entre las funciones de barrera del epitelio y el bombeo de fluidos del endotelio. Cualquier desequilibrio en este sistema puede resultar en edema corneal y pérdida de transparencia. La córnea se conserva en un estado de deshidratación relativa, con un contenido de agua aproximado del 78%, lo que es crucial para su transparencia. Esta se logra también gracias a la alineación paralela de las fibras de colágeno y la ausencia de vasos sanguíneos y mielina en las terminaciones nerviosas.