Orígenes y Características de la Constitución Mexicana de 1917

La Constitución Mexicana de 1917 es un documento legal que establece garantías individuales y sociales, reflejando las aspiraciones de la Revolución Mexicana. Define derechos laborales y de propiedad, y crea mecanismos como el juicio de amparo para su protección. La CNDH y la estructura del Estado también se abordan.

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Orígenes y Características de la Constitución Mexicana de 1917

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, surgida en el contexto posrevolucionario, estableció un nuevo paradigma legal en México. Fue promulgada el 5 de febrero de ese año por el Congreso Constituyente, reflejando las demandas sociales y políticas emanadas de la Revolución Mexicana iniciada en 1910. Esta carta magna se distingue por su fuerte contenido social, siendo una de las primeras en el mundo en consagrar derechos sociales para proteger a trabajadores y campesinos. La sección inicial de la Constitución, conocida como parte dogmática, comprende los primeros 29 artículos y define las garantías individuales. Además, incluye artículos como el 123, que establece los derechos laborales, y el 27, que regula la propiedad de las tierras y aguas nacionales.

Tres libros apilados sobre mesa de madera oscura, el inferior de cuero marrón antiguo, uno mediano verde y uno pequeño rojo, junto a pluma estilográfica negra con detalles plateados.

Garantías Individuales y su Protección

Las garantías individuales son disposiciones constitucionales que salvaguardan los derechos de los ciudadanos frente a posibles abusos del Estado. Estas garantías, que abarcan la igualdad ante la ley, la libertad de expresión, la propiedad privada y la seguridad jurídica, son esenciales para el respeto de los derechos humanos en México. El artículo 29 de la Constitución prevé la posibilidad de suspender estas garantías en casos de invasión, perturbación grave de la paz pública u otras emergencias que pongan a la sociedad en grave peligro o conflicto, siempre y cuando esta suspensión sea aprobada por el Congreso de la Unión o, en su defecto, por la Comisión Permanente, y nunca de manera arbitraria por el Presidente de la República.

El Juicio de Amparo y la Protección Constitucional

El juicio de amparo es un recurso legal exclusivo de México que protege las garantías individuales y sirve como un mecanismo de control de la constitucionalidad de actos de autoridad. Este procedimiento permite a los ciudadanos impugnar actos que violen sus derechos constitucionales, aunque su alcance se limita a la protección de la parte quejosa. Por otro lado, las acciones de inconstitucionalidad, que son competencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, tienen como objetivo declarar la inconstitucionalidad de leyes o normas generales que contravengan la Constitución, con efectos generales para toda la sociedad.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) es un organismo autónomo del Estado mexicano, creado en 1990 y elevado a rango constitucional en 1992, con la misión de proteger y promover los derechos humanos consagrados en la Constitución y en los tratados internacionales firmados por México. La CNDH investiga quejas de presuntas violaciones de derechos humanos cometidas por autoridades o servidores públicos, con la excepción de las atribuciones del Poder Judicial de la Federación. Aunque las recomendaciones de la CNDH no son obligatorias, tienen un importante peso moral y político, y complementan la protección judicial, siendo el juicio de amparo la herramienta más relevante para la defensa de los derechos constitucionales.

Garantías Sociales y Derechos Económicos, Sociales y Culturales

Además de las garantías individuales, la Constitución de 1917 incorpora garantías sociales que buscan proteger a sectores vulnerables de la sociedad, como los trabajadores y campesinos, principalmente en los artículos 27 y 123. Estas garantías se corresponden con los derechos económicos, sociales y culturales reconocidos internacionalmente, e incluyen el derecho a la educación, la salud, la vivienda digna y la seguridad social. La Constitución destaca la importancia de estos derechos, reconociendo la dimensión social de la persona y su relevancia para el desarrollo integral de la sociedad.

Estructura Orgánica y Principios de la Constitución de 1917

La parte orgánica de la Constitución mexicana detalla la estructura y funcionamiento del Estado, abordando temas como la nacionalidad, los derechos y obligaciones de los ciudadanos, la soberanía nacional, la forma de gobierno y la división de poderes. Se establece que la soberanía nacional reside en el pueblo, quien ejerce su voluntad a través de los poderes de la Unión. México se constituye como una república representativa, democrática, federal y laica, compuesta por estados libres y soberanos en su régimen interno pero unidos en una federación. La Constitución también regula la iniciativa y formación de leyes, las responsabilidades de los servidores públicos y los procedimientos para su reforma o adición.

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