El pensamiento económico clásico surge con la transición del feudalismo al capitalismo, marcando un hito en la historia económica. Figuras como Adam Smith y David Ricardo establecieron las bases de la economía como ciencia, enfocándose en la producción, distribución de la riqueza y el crecimiento económico. La teoría del valor-trabajo y la especialización son pilares de esta escuela, cuyos principios aún influyen en el análisis económico moderno.
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El cambio de sistema económico permitió una mayor movilidad social y la acumulación de riqueza
El auge del comercio y la consolidación de los derechos de propiedad fueron factores clave en la transición al capitalismo
El desarrollo del derecho mercantil y los avances tecnológicos, especialmente la Revolución Industrial, impulsaron el cambio económico en Europa occidental
La Escuela de Salamanca, a través de figuras como Luis de Molina y Martín de Azpilicueta, desarrolló una teoría temprana del valor basada en la subjetividad
El mercantilismo se enfocó en la acumulación de riqueza a través de metales preciosos y promovió políticas proteccionistas
Los fisiócratas, liderados por François Quesnay, consideraron a la agricultura como la principal fuente de riqueza y promovieron la idea de un orden natural autorregulado
Los economistas clásicos se enfocaron en analizar los cambios materiales y estructurales del emergente sistema capitalista
Los economistas clásicos emplearon una variedad de métodos, desde la observación empírica hasta el razonamiento deductivo, en su estudio de la economía
A pesar de sus diferencias metodológicas, los economistas clásicos compartían la convicción de que existían leyes económicas universales aplicables a la sociedad
Adam Smith introdujo la distinción entre valor de uso y valor de cambio, sugiriendo que este último se determinaba por la cantidad de trabajo necesario para producir un bien
David Ricardo mejoró la teoría del valor-trabajo al considerar el trabajo necesario en condiciones de producción menos eficientes, mientras que Karl Marx introdujo el concepto de plusvalía y argumentó que los capitalistas se apropian del valor generado por el trabajo excedente de los obreros
La teoría del valor-trabajo fue eventualmente desafiada por la revolución marginalista y la escuela austriaca, que introdujeron la subjetividad en la determinación del valor
Adam Smith resaltó la importancia de la especialización y la división del trabajo como factores determinantes para el aumento de la productividad y el crecimiento económico
Aunque Adam Smith argumentó que la especialización se desarrolla de manera espontánea a través del comercio, también reconoció que existen límites al crecimiento, como el tamaño del mercado y la acumulación de capital
David Ricardo añadió la ley de rendimientos decrecientes y la noción de un estado estacionario donde el crecimiento se detiene a la teoría clásica del crecimiento