El existencialismo es una corriente filosófica que pone de relieve la libertad y responsabilidad individual, desafiando la idea de una esencia humana predefinida. Esta filosofía aborda la angustia existencial y la importancia de las elecciones personales en la definición de la identidad y la realidad colectiva. A través de sus variantes, como el existencialismo cristiano y ateo, se exploran temas como la trascendencia, la ausencia de un creador divino y la creación de la propia esencia.
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La variante cristiana del existencialismo se centra en la relación del individuo con la trascendencia y Dios
Martin Heidegger y los existencialistas franceses
La vertiente atea del existencialismo, representada por filósofos como Martin Heidegger y los existencialistas franceses, enfatiza la ausencia de un creador divino y la responsabilidad del individuo en la creación de su propia esencia
La premisa fundamental del existencialismo es que "la existencia precede a la esencia", lo que significa que los seres humanos primero existen y luego definen quiénes son a través de sus acciones y elecciones
Según el existencialismo, los seres humanos llegan al mundo como una "tabula rasa", libres de definir su propia esencia a través de sus elecciones y acciones
La perspectiva existencialista coloca al individuo en el centro de su propio desarrollo, como un ser que constantemente se está creando a sí mismo, sin estar sujeto a una esencia predeterminada por un creador divino o por la sociedad
El existencialismo rechaza la noción de que los seres humanos tienen una naturaleza o esencia predefinida, enfatizando en cambio la libertad de definirse a sí mismos a través de sus elecciones y acciones
El existencialismo subraya la responsabilidad individual como un aspecto ineludible de la libertad humana
Cada persona, al tomar decisiones y actuar, no solo se define a sí misma, sino que también contribuye a la definición de lo que significa ser humano
El existencialismo insta a vivir auténticamente y asumir la responsabilidad de nuestras acciones, rechazando la idea de que somos meros productos de nuestro entorno o de una esencia preestablecida
La angustia, un elemento central en el existencialismo, refleja la tensión inherente a la libertad y la responsabilidad que caracterizan la existencia humana
Lejos de ser un impedimento para la acción, la angustia es un indicativo de la seriedad con la que se deben tomar las decisiones, conscientes de su peso y consecuencias
La angustia existencial surge del reconocimiento de que cada elección personal tiene repercusiones universales, y que al decidir por uno mismo, se está tomando una postura que afecta a todos