El citoesqueleto es fundamental para la estructura celular, compuesto por microtúbulos, filamentos de actina y filamentos intermedios. Estos elementos participan en la división celular, motilidad y tráfico intracelular, con proteínas motoras y no motoras que regulan su dinámica y funciones. Los cilios y flagelos, derivados de los microtúbulos, son clave en la locomoción y funciones sensoriales.
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Los microtúbulos son estructuras tubulares que mantienen la forma celular y guían el movimiento de orgánulos y vesículas
Los filamentos de actina son esenciales para la contracción muscular, la fagocitosis y la migración celular
Los filamentos intermedios proporcionan resistencia mecánica y mantienen la integridad estructural de la célula
El citoesqueleto proporciona soporte estructural a la célula
El citoesqueleto participa en procesos vitales como la división celular, el mantenimiento de la forma celular, la motilidad y el tráfico intracelular
El citoesqueleto es un componente clave en la transducción de señales y en la organización del citoplasma, facilitando la segregación de áreas funcionales dentro de la célula
Los microtúbulos están compuestos por subunidades de tubulina alfa y beta, cuya polimerización es regulada por la hidrólisis de GTP a GDP
La estabilidad de los microtúbulos es modulada por proteínas asociadas a microtúbulos y la concentración de tubulina libre en el citoplasma
La dinámica de los microtúbulos es regulada por proteínas motoras y no motoras, que pueden promover su estabilización o desestabilización
Los microtúbulos organizan el huso mitótico y contribuyen a la correcta segregación de los cromosomas durante la división celular
Los microtúbulos son fundamentales para el transporte de vesículas y orgánulos dentro de la célula
Los microtúbulos dan origen a estructuras especializadas como los cilios y flagelos, que desempeñan funciones sensoriales y de movimiento en la célula