La lengua es un órgano muscular clave en la percepción del gusto y la articulación del habla. Con papilas gustativas que detectan sabores básicos como dulce, salado, amargo, ácido y umami, su estructura permite una amplia gama de movimientos. La sensibilidad varía en distintas regiones lingüísticas, y la experiencia gustativa se enriquece con el olfato. La transducción del gusto involucra receptores específicos y canales iónicos, con una integración sensorial que culmina en la corteza cerebral.
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La lengua presenta una superficie dorsal dividida en dos tercios anteriores y un tercio posterior por el surco terminal
Tipos de papilas gustativas
Las papilas gustativas se dividen en cuatro tipos: filiformes, fungiformes, caliciformes y foliadas
Distribución de las papilas gustativas
Las papilas gustativas se encuentran principalmente en la porción anterior de la lengua, con mayor concentración en la punta y en la zona del surco terminal
Las papilas gustativas son responsables de la percepción del gusto y se dividen en diferentes tipos según su función
Los botones gustativos están compuestos por células sensoriales, células de soporte y células basales
Los botones gustativos son capaces de detectar los cinco sabores básicos a través de receptores específicos
Los receptores gustativos se encuentran en toda la lengua, pero su sensibilidad varía en diferentes regiones
La experiencia del gusto es una combinación de las sensaciones gustativas y olfativas
Además de los cuatro sabores primarios, existen otros sabores secundarios como el metálico y el umami
La pérdida de la función olfativa puede afectar significativamente la percepción del gusto