Orígenes de la Declaración de Independencia de EE. UU

Orígenes de la Declaración de Independencia de EE. UU.

La Declaración de Independencia de los Estados Unidos, adoptada el 4 de julio de 1776, es un documento trascendental que proclama la emancipación de las trece colonias norteamericanas del dominio británico. Este documento se fundamenta en la filosofía del derecho natural y el contrato social, argumentando que ciertos derechos son inherentes y universales. La Declaración postula que todos los hombres son iguales en dignidad y derechos, dotados por su Creador de ciertas libertades inalienables, entre las que se destacan la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Establece que los gobiernos son creados para proteger estos derechos, derivando su justa autoridad del consentimiento de los gobernados. Cuando un gobierno falla en esta tarea fundamental, el pueblo tiene no solo el derecho, sino el deber, de alterar o abolirlo y establecer un nuevo gobierno que se base en estos principios y que asegure su seguridad y felicidad futuras.

Motivos para la Ruptura con Gran Bretaña

La Declaración enumera una serie de injusticias perpetradas por el monarca británico, que constituyen un patrón sistemático de abusos y usurpaciones, con la intención de imponer un despotismo absoluto sobre las colonias. Estos agravios incluyen la negativa a aprobar leyes esenciales para el bienestar público, la obstrucción a la administración de justicia, la manipulación de la judicatura para que dependa de la voluntad del Rey, la imposición de impuestos sin el consentimiento de los colonos y la disolución de asambleas legislativas que se resistían a sus infracciones. Estos actos, según el documento, evidencian la necesidad de las colonias de buscar una forma de gobierno que respete sus derechos y que establezca garantías contra futuras violaciones.

Detalle de Agravios y Abusos

La Declaración prosigue con un catálogo más extenso de agravios, que incluye la obstrucción a las leyes para la naturalización de extranjeros, la negativa a promulgar legislaciones que incentiven la migración, la creación de una multitud de cargos públicos para aumentar el control sobre el pueblo y el envío de hordas de funcionarios para acosar a la población. También se denuncia al Rey por mantener ejércitos en tiempos de paz sin el consentimiento de las legislaturas locales, por hacer que el poder militar prevalezca sobre el civil y por intentar extender una jurisdicción no reconocida por las leyes coloniales, todo lo cual constituye un intento de someter a las colonias a un poder arbitrario y alejado de sus propias constituciones y leyes.

Reacción de las Colonias ante la Tiranía

Las colonias respondieron a estas opresiones con peticiones y súplicas por justicia, que fueron desoídas o enfrentadas con nuevas injusticias. La Declaración sostiene que un gobernante que actúa de manera tiránica no puede ser el líder de un pueblo libre. Se relata que las colonias intentaron advertir a sus compatriotas británicos sobre los esfuerzos del parlamento para extender una jurisdicción injusta sobre ellos, pero estas advertencias fueron ignoradas o rechazadas. En consecuencia, las colonias se vieron obligadas a aceptar la necesidad de la separación, considerando a Gran Bretaña como adversaria en la guerra, pero manteniendo la disposición a la amistad en tiempos de paz.

Declaración de la Independencia y sus Implicaciones

En conclusión, los delegados de las colonias, reunidos en el Congreso Continental, declaran con solemnidad que las colonias son y de derecho deben ser estados libres e independientes, liberados de toda lealtad a la Corona Británica. Se proclama la asunción de todas las facultades que corresponden a estados soberanos, incluyendo la capacidad para declarar guerras, concertar alianzas, establecer comercio y ejecutar cualquier otro acto propio de los estados independientes. La Declaración culmina con un compromiso solemne de apoyo mutuo a la causa de la independencia, sellando la promesa con el honor, las fortunas y las vidas de los firmantes, y confiando en la rectitud de sus intenciones a la protección divina.