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La neurotransmisión simpática y su regulación son cruciales para la homeostasis. La noradrenalina, sintetizada a partir de la tirosina, actúa sobre receptores adrenérgicos alfa y beta, afectando funciones como la vasoconstricción y la frecuencia cardíaca. Los simpaticomiméticos y simpaticolíticos modulan estas respuestas, siendo útiles en emergencias y tratamientos de enfermedades cardiovasculares.
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La tirosina se convierte en L-DOPA mediante la acción de la tirosina hidroxilasa
La L-DOPA se convierte en dopamina mediante la dopa-decarboxilasa
La dopamina se convierte en noradrenalina mediante la dopamina beta-hidroxilasa
La recaptación de neurotransmisores adrenérgicos se logra mediante transportadores específicos como el transportador de noradrenalina
La inhibición de la recaptación de neurotransmisores adrenérgicos puede aumentar su disponibilidad y potenciar la transmisión simpática
Los receptores adrenérgicos se dividen en dos categorías principales: alfa y beta
Los receptores adrenérgicos regulan diversas funciones fisiológicas en el organismo, como la vasoconstricción, la modulación de la liberación de neurotransmisores, el aumento de la fuerza y frecuencia cardíaca, la broncodilatación y la lipólisis
Los simpaticomiméticos imitan la acción del sistema nervioso simpático y se clasifican en dos grupos: de acción directa e indirecta
Los simpaticolíticos inhiben la acción del sistema nervioso simpático y se dividen en antagonistas directos e indirectos