Los lisosomas, descubiertos por Christian de Duve, son orgánulos esenciales para la degradación de sustancias intracelulares. Contienen enzimas que mantienen un pH ácido, crucial para su funcionamiento. Su biogénesis y clasificación, así como su rol en procesos de digestión celular como la autofagia y heterofagia, son fundamentales para la salud celular. Disfunciones lisosomales pueden llevar a enfermedades como la silicosis y trastornos neurodegenerativos.
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Christian de Duve descubrió los lisosomas en la década de 1950 al estudiar el hígado mediante centrifugación diferencial
De Duve identificó una fracción rica en actividad enzimática, específicamente fosfatasa ácida, lo que sugirió la presencia de un orgánulo con membrana dedicado a la digestión celular
Novikov describió los lisosomas como "cuerpos densos pericanaliculares" en micrografías electrónicas
Los lisosomas son esenciales para la degradación de sustancias intracelulares debido a su contenido de más de 40 enzimas hidrolíticas
Los lisosomas son particularmente numerosos en células especializadas en la fagocitosis, como los leucocitos y macrófagos
Los lisosomas mantienen un pH ácido óptimo para su funcionamiento gracias a la presencia de bombas de protones y proteínas transportadoras en su membrana
Los lisosomas primarios se forman a partir del aparato de Golgi y contienen enzimas en estado inactivo
Los lisosomas secundarios se forman por la fusión de los primarios con endosomas tardíos, adquiriendo un pH más ácido y sustratos para la digestión
Los lisosomas secundarios pueden acumular material indigerible, conocido como cuerpos residuales o gránulos de lipofuscina
La biogénesis de los lisosomas primarios implica la selección de enzimas hidrolíticas marcadas con manosa-6-fosfato en el trans-Golgi Network (TGN)
Las enzimas seleccionadas son empaquetadas en vesículas y transportadas a los endosomas tardíos, donde se activan y se convierten en lisosomas funcionales
Los lisosomas son responsables de la digestión intracelular de macromoléculas y, en algunos casos, de la digestión extracelular a través de la exocitosis
La heterofagia implica la degradación de materiales exógenos incorporados por endocitosis o fagocitosis
La autofagia es un mecanismo de autolimpieza celular que contribuye a la renovación celular y a la homeostasis
La autofagia es vital para la supervivencia celular y está implicada en una variedad de enfermedades, incluyendo trastornos hepáticos, enfermedades neurodegenerativas, cáncer y síndrome metabólico
La macroautofagia es un proceso de autofagia en el que la célula forma una estructura llamada autofagosoma para degradar sus propios componentes
La microautofagia es un proceso de autofagia en el que la célula degrada sus componentes a través de invaginaciones de la membrana lisosomal
La autofagia mediada por chaperonas es un proceso en el que las proteínas chaperonas ayudan a dirigir las proteínas dañadas o no deseadas a los lisosomas para su degradación
Las disfunciones lisosomales pueden provocar la liberación de enzimas hidrolíticas y daño tisular, como en el caso de la silicosis causada por la inhalación de partículas de sílice
Sustancias como la vitamina A y ciertas hormonas pueden afectar la integridad de la membrana lisosomal, lo que puede provocar la liberación de enzimas hidrolíticas y daño tisular
Las disfunciones lisosomales pueden tener un impacto negativo en la salud celular, destacando la importancia de los lisosomas en la preservación de la salud celular
La silicosis es una enfermedad causada por la incapacidad de los fagocitos para procesar ciertos materiales, lo que puede resultar en la ruptura de los lisosomas y en una respuesta inflamatoria crónica
Anomalías en la autofagia se han vinculado con enfermedades hepáticas y neurodegenerativas, destacando la importancia de los lisosomas en estas enfermedades
Los lisosomas también juegan un papel importante en el envejecimiento y el cáncer, ya que la disfunción lisosomal puede contribuir al desarrollo de estas enfermedades