Las fracturas de cadera, comunes en personas mayores o con osteoporosis, requieren tratamientos que pueden incluir fijación interna o reemplazo de cadera. La prevención es clave, enfocándose en la salud ósea y la reducción de caídas. Post-fractura, la movilidad y el uso de productos de apoyo son cruciales para la recuperación.
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La fractura de cadera es una ruptura en la continuidad del hueso del fémur cerca de la articulación con la pelvis
Traumatismos de alta energía
Los traumatismos de alta energía, como caídas de altura o accidentes de tráfico, pueden causar una fractura de cadera
Traumatismos de baja energía
Los traumatismos de baja energía, especialmente en personas con osteoporosis, pueden debilitar los huesos y causar una fractura de cadera
Los síntomas principales de una fractura de cadera son dolor intenso en la cadera o la ingle y la incapacidad para moverse tras una caída
La edad avanzada, la osteoporosis, antecedentes de fracturas previas, el consumo de tabaco y enfermedades neuromusculares son factores de riesgo para la fractura de cadera
Las caídas son el precipitante más común de una fractura de cadera y pueden ser causadas por debilidad muscular, trastornos de la marcha, deterioro visual y polifarmacia
La prevención de la fractura de cadera se centra en el manejo de la osteoporosis, la mejora del equilibrio y la fuerza muscular, y la modificación del entorno para reducir el riesgo de caídas