El ciberacoso, una forma de hostigamiento en plataformas digitales, afecta psicológicamente a individuos mediante actos agresivos y repetitivos. Caracterizado por la intimidación y humillación, puede ocurrir en cualquier momento, exacerbado por el anonimato en línea. Las víctimas sufren ansiedad, depresión y baja autoestima, similares a las del acoso tradicional, requiriendo atención de padres y educadores para su prevención y manejo.
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El ciberacoso es una forma de acoso psicológico que se lleva a cabo a través de plataformas digitales
Actos agresivos e intencionados
El ciberacoso se caracteriza por actos agresivos e intencionados por parte de una o más personas hacia un individuo
Repetitivo
El ciberacoso se caracteriza por ser repetitivo en su naturaleza
Objetivo de intimidar, humillar o aislar a la víctima
El ciberacoso tiene como objetivo intimidar, humillar o aislar a la víctima
El ciberacoso puede suceder en cualquier momento y lugar debido a su naturaleza virtual, lo que dificulta que la víctima se sienta segura incluso en su propio hogar
Las amenazas cibernéticas se refieren a la posibilidad de un daño potencial, que puede ser físico o psicológico, y que genera miedo o ansiedad en la persona que las recibe
Naturaleza del daño
Mientras que el ciberacoso causa daño psicológico o emocional, las amenazas cibernéticas se refieren a un daño potencial
Forma de ejercer presión o miedo
El ciberacoso y las amenazas cibernéticas comparten el uso indebido de las TIC, pero difieren en su forma de ejercer presión o miedo
Naturaleza y consecuencias
El ciberacoso y las amenazas cibernéticas difieren en su naturaleza y consecuencias para la víctima
El impacto psicológico del ciberacoso puede ser devastador y superar al del acoso tradicional
Desesperanza y aislamiento
Las víctimas pueden experimentar sentimientos de desesperanza y aislamiento debido al ciberacoso
Ansiedad, depresión y disminución de la autoestima
El ciberacoso puede llevar a las víctimas a experimentar ansiedad, depresión y una disminución en su autoestima
Victimización secundaria
La difusión viral de contenido humillante puede llevar a una victimización secundaria, donde la audiencia amplificada participa en el acoso
El anonimato que proporciona el ciberacoso puede llevar a los agresores a subestimar el daño que están causando, exacerbando así el sufrimiento de la víctima
El ciberacoso se distingue del acoso tradicional en varios aspectos
A diferencia del acoso tradicional, el ciberacoso no está limitado a las interacciones físicas
El ciberacoso puede ser perpetrado por personas que no tienen contacto directo con la víctima, como desconocidos en línea
El ciberacoso no requiere de un liderazgo claro o de una jerarquía social entre los agresores
Estudios indican que las niñas y los niños pueden ser víctimas de diferentes tipos de ciberacoso
El anonimato y la posibilidad de crear múltiples identidades en línea facilitan la perpetración del ciberacoso sin consecuencias inmediatas
El ciberacoso puede manifestarse de diversas maneras, como la publicación no consentida de imágenes o información personal, la creación de perfiles falsos y el envío de mensajes hostiles
Insultos electrónicos y denigración
Otras formas de ciberacoso incluyen insultos electrónicos y denigración en línea
Difusión de rumores y exclusión social
Las víctimas de ciberacoso pueden ser objeto de difusión de rumores y exclusión social en línea
Ciberpersecución y "happy slapping"
El ciberacoso también puede incluir ciberpersecución y la modalidad agresiva del "happy slapping", donde se graba y comparte en línea una agresión física
Aunque difieren en su forma de manifestarse, tanto el ciberacoso como el acoso tradicional pueden llevar a problemas emocionales graves en las víctimas
Es esencial que padres, educadores y compañeros reconozcan la gravedad del ciberacoso y trabajen juntos para prevenirlo y abordarlo, asegurando un entorno seguro y saludable para el desarrollo de niños y adolescentes