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La osmolaridad y la presión osmótica son esenciales para el equilibrio de fluidos en el cuerpo. Afectan el transporte de agua y solutos a través de membranas celulares, impactando en el hematocrito y en la salud sistémica. Las soluciones isotónicas, hipertónicas e hipotónicas tienen efectos distintos en las células y el plasma, siendo clave en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades relacionadas con el equilibrio de fluidos.
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La osmolaridad es una medida cuantitativa de los solutos por litro de solución
La presión osmótica es la fuerza que se debe aplicar para prevenir el movimiento neto de solvente a través de una membrana semipermeable
La osmolaridad y la presión osmótica son fundamentales para el equilibrio osmótico entre los compartimentos intracelular y extracelular y para entender el transporte de solutos y agua a través de las membranas celulares
La osmolaridad de una solución salina se determina mediante la fórmula mOsm/l = n x [mmol/l]
Al multiplicar el número de partículas en que se disocia el soluto por la concentración molar, se obtiene la osmolaridad de una solución salina
Los cálculos de osmolaridad son esenciales para preparar soluciones que interactúan de manera predecible con los tejidos biológicos
El hematocrito es el porcentaje de volumen sanguíneo ocupado por células, principalmente eritrocitos
La osmolaridad de la solución en la que se encuentran las células puede afectar significativamente el hematocrito
Las soluciones hipertónicas pueden provocar deshidratación celular y disminución del hematocrito, mientras que las soluciones hipotónicas pueden inducir hinchazón celular y hemólisis
Las soluciones isotónicas tienen una osmolaridad similar a los fluidos corporales, las hipertónicas tienen mayor osmolaridad y las hipotónicas tienen menor osmolaridad
Las soluciones isotónicas no alteran el volumen celular, mientras que las hipertónicas extraen agua de las células y las hipotónicas causan la entrada de agua a las células
La alteración del volumen celular puede tener consecuencias como deshidratación, disminución del hematocrito o hemólisis