El individualismo en la era Helenística marcó la transición de las polis a la introspección y la felicidad personal. Filosofías como el Estoicismo, Epicureísmo y Escepticismo surgieron para guiar a los individuos en un mundo incierto. Más tarde, el Neoplatonismo influiría en el cristianismo primitivo, mientras que pensadores medievales como San Anselmo y Santo Tomás de Aquino debatirían la existencia de Dios y la relación entre fe y razón, preparando el camino para el pensamiento moderno.
Mostrar más
La disolución de las polis llevó a los individuos a centrarse en su interioridad y en la búsqueda de la felicidad personal
Ofrecimiento de salvación y bienestar individual
En un contexto de incertidumbre, surgieron movimientos religiosos que prometían salvación y bienestar individual
Proporcionar un sentido de propósito
Estos movimientos religiosos proporcionaban un sentido de propósito en un mundo en constante cambio
El estoicismo promovía la resignación al destino y la vida virtuosa como camino hacia la felicidad
El epicureísmo sostenía que el placer era el fin último de la vida y se alcanzaba mediante la moderación y el conocimiento
El escepticismo abogaba por la suspensión del juicio ante la imposibilidad de alcanzar certezas
El Neoplatonismo buscaba sintetizar las enseñanzas de Platón con elementos místicos y metafísicos
El Neoplatonismo ejerció una influencia significativa en el desarrollo del cristianismo, especialmente a través de la obra de San Agustín
San Anselmo presentó el "Argumento Ontológico" para probar la existencia de Dios basándose en la premisa de que un ser perfecto debe existir en la realidad
El argumento de San Anselmo generó un amplio debate sobre la naturaleza de los universales y su relación con las cosas particulares en la filosofía medieval