La anatomía del hombro y su complejo articular permiten un amplio rango de movimientos, esenciales para actividades cotidianas y deportivas. La estabilidad se logra a través de mecanismos estáticos y dinámicos, como la cápsula articular y los músculos del manguito rotador. La funcionalidad del hombro depende de la sinergia muscular y la biomecánica de la articulación glenohumeral, siendo clave para prevenir lesiones y mantener una movilidad efectiva.
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Las articulaciones glenohumeral, subdeltoidea, acromioclavicular, escapulotorácica y esternoclavicular componen el complejo articular del hombro
Movimientos Fundamentales
Los movimientos fundamentales del hombro incluyen la flexoextensión, aducción y abducción, y rotación interna y externa
Rango de Movimiento
El hombro tiene un amplio rango de movimiento, incluyendo flexión, aducción y rotación, con la abducción alcanzando hasta 180° en tres fases
La rotación de la escápula es esencial para la elevación del brazo y la estabilidad articular del hombro
La incongruencia entre la cabeza humeral y la cavidad glenoidea es un desafío para la estabilidad del hombro
Estabilizadores Primarios
La cápsula articular, el complejo ligamentoso glenohumeral inferior y el labrum glenoideo son los estabilizadores primarios del hombro
Estabilizadores Secundarios
Los músculos del manguito rotador son los estabilizadores secundarios del hombro, contribuyendo a su estabilidad dinámica
La movilidad de la articulación glenohumeral es posible gracias a la acción coordinada del deltoides y el manguito rotador
Manguito Rotador
Un manguito rotador fuerte y coordinado es esencial para mantener la congruencia mecánica de la articulación y prevenir lesiones
Movimientos Escapulares
La rotación escapular y la elevación del brazo en supinación son técnicas que ayudan a minimizar el pinzamiento subacromial en el hombro