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Los derechos fundamentales de la infancia son esenciales para su desarrollo y bienestar. La Convención sobre los Derechos del Niño establece protecciones contra el abuso y la explotación, asegura el derecho a la educación y promueve la salud y el bienestar social. Se enfatiza la importancia de un entorno familiar seguro y la atención especial para niños en situaciones de vulnerabilidad, como aquellos con discapacidades o refugiados. Además, se aboga por la justicia juvenil y la recuperación de víctimas de abuso.
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Se establece que el interés superior del niño debe ser considerado en todas las decisiones que les afecten
Entorno familiar seguro y amoroso
Se enfatiza la importancia de un entorno familiar seguro y amoroso para el desarrollo del menor
Protección sustitutiva adecuada
En ausencia de un entorno familiar, se debe proporcionar una protección sustitutiva adecuada respetando la identidad y raíces culturales del niño
La Convención presta especial atención a los niños en situaciones de vulnerabilidad, como adopción, discapacidad y refugio
Se reconoce la educación como un derecho fundamental, con acceso obligatorio y gratuito a la enseñanza primaria y promoción de la educación secundaria y superior
La educación debe fomentar valores de respeto mutuo, responsabilidad social y conciencia ambiental
Se establece el derecho a un nivel de vida adecuado, incluyendo seguridad social y apoyo estatal para garantizar el bienestar de los niños
Se asegura que los niños pertenecientes a minorías étnicas o religiosas puedan ejercer libremente sus tradiciones y lenguas
Se reconoce la importancia del juego y las actividades recreativas en el desarrollo infantil
Se establecen medidas para prevenir la explotación laboral de los niños, incluyendo la prohibición de empleo en condiciones peligrosas y la fijación de normas para la edad mínima de empleo y condiciones de trabajo justas y seguras
Se prohíbe la explotación sexual, venta y tráfico de niños, y se establecen medidas para prevenir y sancionar estas prácticas
Se prohíbe la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, y se promueve que el encarcelamiento de menores sea una medida de último recurso
Se promueve un sistema de justicia juvenil que respete los derechos de los menores acusados de infracciones, y se enfatiza la necesidad de programas de recuperación y reintegración social para niños víctimas de abuso o afectados por conflictos armados