El sistema urinario juega un papel crucial en la filtración de la sangre y la eliminación de desechos, manteniendo la homeostasis. Los riñones, con sus nefronas, inician este proceso que culmina en la excreción de orina. La regulación de la concentración de la orina es esencial para el balance hídrico, con hormonas como la ADH ajustando la reabsorción de agua. Las vías urinarias, incluyendo uréteres, vejiga y uretra, completan el ciclo de excreción.
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Los riñones son los órganos principales del sistema urinario y se encargan de filtrar la sangre para producir orina
La vejiga es el órgano encargado de almacenar temporalmente la orina antes de ser excretada del cuerpo a través de la uretra
La uretra es el conducto que permite la excreción de la orina fuera del cuerpo
El corpúsculo renal incluye el glomérulo y la cápsula de Bowman y es donde se inicia el proceso de filtración de la sangre
El túbulo renal se divide en varias secciones y es donde se modifican los componentes del filtrado glomerular mediante reabsorción y secreción
El proceso de filtración se inicia en el glomérulo y consiste en la eliminación de células sanguíneas y proteínas de gran tamaño del plasma sanguíneo
La filtración glomerular es el primer paso en la formación de la orina, donde se elimina el plasma sanguíneo y se obtiene el filtrado glomerular
La reabsorción tubular es el proceso en el que se reabsorben selectivamente agua y solutos necesarios para el cuerpo a lo largo del túbulo renal
La secreción tubular es el proceso en el que se eliminan sustancias adicionales en el túbulo renal para su excreción en la orina
La hormona antidiurética regula la cantidad de agua reabsorbida en los túbulos renales y los conductos colectores, lo que afecta la concentración de la orina
El sistema de contracorriente multiplicador en la asa de Henle contribuye a la capacidad de los riñones para concentrar la orina
La capacidad de los riñones para ajustar la concentración de la orina es esencial para mantener el equilibrio de líquidos y electrolitos en el cuerpo