El sistema de coordenadas geográficas, con la longitud y latitud como ejes, permite ubicar cualquier punto en la Tierra. El meridiano de Greenwich, establecido en 1884, es esencial para la navegación y la sincronización del tiempo a nivel mundial. La rotación terrestre influye en fenómenos como el día y la noche, las zonas horarias y el efecto Coriolis, afectando los patrones climáticos y la cartografía con la red de paralelos y meridianos.
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La longitud y la latitud son las dos componentes principales del sistema de coordenadas geográficas, utilizadas para especificar la ubicación de un punto en la superficie terrestre
Medición de la longitud
La longitud se mide en grados, minutos y segundos, y se extiende desde el meridiano de Greenwich hacia el este o el oeste
Medición de la latitud
La latitud se mide en grados, minutos y segundos, y se extiende desde el ecuador hacia el norte o el sur
Las coordenadas de longitud dividen la Tierra en hemisferios oriental y occidental, mientras que las coordenadas de latitud dividen la Tierra en hemisferios norte y sur
El meridiano de Greenwich fue establecido como el meridiano de referencia internacional durante la Conferencia Internacional del Meridiano en 1884
Antes de la unificación, los países utilizaban diferentes meridianos de referencia, lo que complicaba la navegación y la sincronización del tiempo
La elección de Greenwich como meridiano primario se debió al poderío naval y la influencia global del Imperio Británico en esa época
La Tierra gira alrededor de su eje imaginario, completando una rotación cada 24 horas
La velocidad angular de la rotación varía según la latitud, siendo máxima en el ecuador y disminuyendo hacia los polos
El movimiento rotacional de la Tierra es responsable de su forma geoide, caracterizada por un ligero achatamiento en los polos y un ensanchamiento en la región ecuatorial
El movimiento de rotación de la Tierra es responsable de la sucesión de días y noches
La rotación terrestre establece la base para el sistema de zonas horarias, dividiendo la Tierra en 24 zonas horarias
El movimiento de rotación de la Tierra origina el efecto Coriolis, que influye en la dirección de los vientos y corrientes oceánicas, afectando los patrones climáticos globales