Feedback
What do you think about us?
Your name
Your email
Message
La virtud moral en la filosofía de Aristóteles y Santo Tomás de Aquino se entiende como un hábito electivo que guía la elección y acción correctas. Aristóteles destaca la importancia de la moderación y el término medio, mientras que Santo Tomás enfatiza la elección consciente y la constancia en la ejecución virtuosa. Ambos conciben la virtud como un hábito que perfecciona tanto la decisión interna como la acción externa, siendo esencial para la ética.
Show More
La virtud moral va más allá del conocimiento teórico y se manifiesta como un hábito de elección deliberada y acertada
La moderación de los apetitos por la razón y la voluntad
La virtud moral se ejerce mediante la moderación de los apetitos por la razón y la voluntad
La orientación adecuada de los deseos y pasiones hacia el bien
La virtud moral se revela en la habilidad de tomar decisiones acertadas, lo cual depende de una orientación adecuada de los deseos y pasiones hacia el bien
Aristóteles identifica un desafío en la ética: el conocimiento universal no se traduce automáticamente en acción moral debido a la influencia de las pasiones y la deliberación en el proceso deliberativo
Para Aristóteles, la virtud moral no se basa en la búsqueda del placer o la evitación del dolor, sino en el hallazgo de un término medio racional entre los extremos
El vicio nubla el conocimiento universal y desvía las acciones hacia objetivos erróneos
El vicio nubla el conocimiento universal y desvía las acciones hacia objetivos erróneos, mientras que la virtud como hábito facilita la correcta valoración de las acciones
La virtud moral se convierte en un principio orientador de la elección adecuada
La virtud moral se convierte en un principio orientador de la elección adecuada, afectando la precisión del juicio práctico de la razón
Santo Tomás de Aquino amplía la concepción aristotélica de la virtud moral como hábito electivo, distinguiendo entre la virtud como hábito que propicia la elección correcta y como hábito que fortalece la intención hacia el fin apropiado
Para Santo Tomás, la elección adecuada es el criterio para discernir la virtud o el vicio más que la acción externa en sí
La virtud moral perfecciona tanto la decisión interna como la ejecución externa, y su obra se considera virtuosa si se lleva a cabo con conocimiento, elección consciente y constancia
La elección correcta es fundamental en la virtud moral, pero también es crucial la realización efectiva de la acción buena
La obra virtuosa debe ser fruto de una elección y ejecutada de manera electiva, según Santo Tomás de Aquino
Según Santo Tomás, solo las virtudes morales son hábitos electivos, ya que la elección es un acto del apetito y solo los hábitos que perfeccionan la parte apetitiva del alma son considerados como tales