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El marketing ha transitado desde una era de producción artesanal hasta la actualidad, donde la satisfacción del cliente y la diferenciación de marca son cruciales. Este campo abarca desde la adquisición de materias primas hasta la entrega final, siempre con el objetivo de satisfacer necesidades y deseos. Las estrategias de posicionamiento y el consumo simbólico juegan roles fundamentales en la percepción y decisión del consumidor.
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En esta época, las empresas se enfocaban en la manufactura y la eficiencia de costos
Tras la crisis de 1929, el exceso de oferta llevó a una orientación hacia la venta agresiva, ignorando las necesidades del consumidor
Con el incremento de la competencia, se consolidó la orientación al marketing, poniendo al consumidor en el centro de la estrategia empresarial
El marketing se define como el conjunto de prácticas y procesos que van desde la adquisición de materias primas hasta la entrega del producto o servicio final al consumidor
El propósito fundamental del marketing es satisfacer las necesidades del consumidor y lograr los objetivos de la empresa
La satisfacción del cliente es primordial ya que puede generar repetición de compra, diferenciación y justificación de precios más altos
El marketing tradicional se centraba en el producto, mientras que el marketing moderno se orienta hacia el mercado y la satisfacción del cliente
El marketing tradicional utilizaba la venta y la publicidad para maximizar beneficios, mientras que el marketing moderno utiliza la mezcla de marketing para generar valor a través de la experiencia de compra
El marketing tradicional se enfocaba en el consumidor individual, mientras que el marketing moderno y social busca el bienestar de la sociedad en su conjunto
Las variables controlables en el marketing son las herramientas y estrategias sobre las que la empresa tiene autoridad y capacidad de decisión, como la mezcla de marketing
Las variables incontrolables en el marketing incluyen factores externos como la cultura, la legislación, la economía y los proveedores, a los que la empresa debe adaptarse para responder eficazmente al entorno
La empresa debe monitorear y adaptarse a los factores incontrolables del entorno para responder eficazmente a las dinámicas del mercado y del consumidor