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La articulación temporomandibular (ATM) es vital para la masticación y la fonación, permitiendo movimientos mandibulares esenciales. Su compleja anatomía incluye el cóndilo mandibular, el disco articular y un sistema ligamentoso que asegura su estabilidad. Los trastornos de la ATM pueden causar dolor y limitación del movimiento, requiriendo un enfoque multidisciplinario para su tratamiento.
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El cóndilo mandibular es una estructura elipsoidea que forma parte de la articulación temporomandibular
Función del disco articular
El disco articular es fundamental para la distribución equitativa de las cargas en la articulación temporomandibular
Estructura del disco articular
El disco articular es una estructura fibrocartilaginosa que se conforma a las superficies articulares y divide la ATM en dos compartimentos
El sistema ligamentoso, que incluye la cápsula articular y los ligamentos asociados, proporciona soporte y guía durante la función articular de la ATM
La ATM es esencial para la masticación y la fonación, permitiendo movimientos como la apertura y cierre de la boca, la protrusión y retrusión mandibular, y los desplazamientos laterales
La ATM tiene una relación directa con la oclusión dental, lo que significa que cualquier disfunción en la articulación puede afectar la alineación y contacto de los dientes
La ATM posibilita tres movimientos mandibulares fundamentales: la elevación y descenso, la protrusión y retrusión, y la lateralidad o diducción, que son cruciales para funciones como la masticación y la articulación del habla
La ATM recibe su irrigación sanguínea de varias arterias, incluyendo la temporal superficial, la arteria timpánica anterior y la meníngea media
La ATM está principalmente inervada por el nervio trigémino, que es responsable de transmitir sensaciones y coordinar la actividad muscular para los movimientos mandibulares
La estructura vascular y nerviosa de la ATM es esencial para el mantenimiento de la salud articular y la reparación de tejidos
Los trastornos de la ATM pueden manifestarse con síntomas como dolor, limitación del movimiento, ruidos articulares y cefalea
Los trastornos de la ATM pueden ser consecuencia de una función anormal de la ATM, como maloclusiones, bruxismo o trauma
El diagnóstico preciso y un tratamiento multidisciplinario son fundamentales para restaurar la función articular y aliviar el dolor, y pueden incluir medidas conservadoras como fisioterapia y dispositivos de oclusión, o procedimientos quirúrgicos en casos más severos