El proceso de mediación

Procedimiento Inicial en la Mediación

La mediación comienza con una etapa preliminar en la que las partes interesadas pueden solicitar una entrevista para evaluar la posibilidad de abordar sus conflictos mediante este proceso. La solicitud formal se presenta ante la autoridad competente de la institución que cuenta con una Oficina de Mediación, e incluye información relevante como los datos de las partes, una narrativa de los hechos, propuestas de solución y una lista de mediadores sugeridos. Esta solicitud se notifica a la otra parte, la cual dispone de un plazo de diez días para manifestar su interés en participar en la mediación y proponer soluciones alternativas o mediadores adicionales. Si no hay respuesta o se declina la oferta de mediación, el caso se considera cerrado y se archiva.

Formalización del Proceso de Mediación

El proceso de mediación se formaliza cuando ambas partes expresan su acuerdo para resolver su disputa a través de este mecanismo alternativo, efectúan los pagos requeridos y suscriben el Acta de Voluntariedad y Confidencialidad. En una sesión inicial, se les informa detalladamente sobre el procedimiento de mediación, subrayando su carácter profesional, confidencial, imparcial y justo. La mediación solo procederá si ambas partes dan su consentimiento explícito para avanzar en este proceso.

Desarrollo de las Sesiones de Mediación

Con el proceso en marcha, los mediadores programan la primera sesión para definir la agenda y establecer las normas que regirán las sesiones. Las partes tienen la facultad de determinar el número de sesiones y pueden pedir encuentros privados con el mediador. La información confidencial se comparte únicamente con el consentimiento de la parte que la proporciona. El mediador tiene la discreción de decidir cuándo son apropiadas las sesiones conjuntas o individuales, siempre con la aprobación de las partes. Se elaboran actas de acuerdos preliminares que documentan el progreso y los entendimientos alcanzados durante las sesiones.

Finalización del Proceso de Mediación

El proceso de mediación puede concluir por diversas razones: la consecución de acuerdos parciales o totales, la decisión unilateral o mutua de las partes, la evaluación del mediador sobre la inviabilidad de un acuerdo, la falta de colaboración, el incumplimiento de los principios de la mediación o la inasistencia sin justificación. Las partes tienen la libertad de terminar el procedimiento en cualquier momento, lo cual se formaliza mediante el Acta de Conclusión de la Mediación. Los acuerdos logrados se formalizan en un documento denominado Acuerdo Resultante de Convenio Amigable (ARCA), que es firmado por todas las partes involucradas.

Requisitos y Efectos de los Acuerdos de Mediación

El ARCA debe ser un documento escrito que refleje claramente los acuerdos alcanzados, detallando las soluciones a los conflictos y cumpliendo con requisitos formales y sustantivos para prevenir ambigüedades futuras. Debe ser claro, comprensible y justo, respetando los derechos inalienables y el marco legal vigente. Las partes se comprometen a cumplir con lo acordado y a asumir las responsabilidades legales correspondientes. En caso de que no se llegue a un acuerdo, el procedimiento se da por concluido sin que ello implique consecuencias negativas para ninguna de las partes.

Modificación de Acuerdos y Conclusión sin Resolución

Las partes tienen la opción de modificar los términos del ARCA acudiendo nuevamente a la Oficina de Mediación, y cualquier cambio debe cumplir con los mismos estándares que el acuerdo original. Si se alcanzan acuerdos parciales, las partes pueden llevar los asuntos no resueltos ante la jurisdicción competente. En ausencia de un acuerdo completo, las partes son libres de explorar otras vías de resolución de conflictos o de recurrir a la justicia ordinaria. La mediación es un proceso que no limita las opciones futuras de las partes para resolver sus diferencias por medios alternativos o legales.