La anatomía y fisiología del lenguaje se basan en la interacción de sistemas especializados. El sistema auditivo, la laringe y el aparato fonoarticulatorio son fundamentales para la audición y el habla. Problemas auditivos pueden afectar el desarrollo lingüístico, siendo crucial su detección y tratamiento tempranos.
Mostrar más
El oído externo capta las ondas sonoras y las conduce al tímpano
Caja Timpánica
La caja timpánica transfiere las vibraciones del tímpano al oído interno
Huesecillos
Los huesecillos (martillo, yunque y estribo) ayudan a transmitir las vibraciones del tímpano al oído interno
Cóclea
La cóclea transforma las vibraciones en impulsos nerviosos que son transmitidos al cerebro
Canales Semicirculares
Los canales semicirculares ayudan en el mantenimiento del equilibrio
La laringe es el órgano principal de la fonación y también funciona como una válvula para dirigir el flujo de aire y proteger las vías respiratorias
Las cuerdas vocales son las encargadas de producir el sonido al vibrar con el aire expulsado de los pulmones
La faringe actúa como una cámara de resonancia que enriquece las cualidades sonoras de la voz
La lengua es un elemento clave en la articulación del habla
La respiración es fundamental en la fonación ya que controla el flujo de aire necesario para la emisión de sonidos
La tráquea es un componente clave en el sistema respiratorio que proporciona y regula el aire necesario para la voz
La detección precoz de trastornos auditivos es vital para el desarrollo lingüístico, especialmente en niños
Las pérdidas auditivas se clasifican según su origen, momento de aparición y severidad
Los tratamientos varían desde intervenciones menores hasta procedimientos quirúrgicos avanzados, dependiendo de la causa y severidad de la pérdida auditiva