El sistema de conducción cardíaco y el ciclo cardíaco
El sistema de conducción cardíaco, compuesto por el nódulo sinusal, el nódulo auriculoventricular, el haz de His y las fibras de Purkinje, coordina la secuencia de contracciones cardíacas. El nódulo sinusal, ubicado en la aurícula derecha, funciona como marcapasos natural del corazón, estableciendo el ritmo cardíaco. El ciclo cardíaco, que comprende la sístole y la diástole, se repite con una frecuencia que se ajusta a las demandas fisiológicas del cuerpo, como el ejercicio o el descanso, manteniendo así un flujo sanguíneo adecuado a los tejidos.Auscultación y evaluación cardíaca
La auscultación cardíaca permite identificar los sonidos normales del corazón, conocidos como "lub-dub", que corresponden al cierre de las válvulas auriculoventriculares y semilunares, respectivamente. El electrocardiograma (ECG) es una herramienta diagnóstica que registra la actividad eléctrica del corazón y puede revelar anomalías en el ritmo o la estructura cardíaca. La ecocardiografía proporciona imágenes en tiempo real del corazón, permitiendo evaluar su función y anatomía. El pulso arterial refleja el ciclo cardíaco y puede ser palpado en puntos específicos del cuerpo. Los soplos cardíacos, detectados durante la auscultación, pueden ser indicativos de alteraciones valvulares o de otras patologías cardíacas.Anatomía y protección del corazón
El corazón está envuelto por el pericardio, una membrana que lo protege y permite su movimiento con mínimo roce. El miocardio, la capa muscular del corazón, es responsable de la contracción cardíaca y varía en grosor, siendo más prominente en el ventrículo izquierdo, que bombea sangre a la circulación sistémica. El endocardio, la capa más interna, reviste las cavidades cardíacas y es continuo con el endotelio de los vasos sanguíneos. Estas estructuras cardíacas son fundamentales para el funcionamiento eficiente del corazón y su capacidad para servir como la bomba central del sistema cardiovascular.