La piel, el órgano más extenso del cuerpo, es vital para la protección, la sensación y la regulación de la temperatura. Compuesta por epidermis, dermis e hipodermis, cada capa tiene funciones específicas, desde la barrera cutánea hasta la reserva energética. Además, la piel participa en la síntesis de vitamina D y en la respuesta inmune. La clasificación de heridas, tanto quirúrgicas como no quirúrgicas, es crucial para su manejo y curación adecuados.
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La epidermis es la capa más externa de la piel, compuesta principalmente por queratinocitos
Proceso de generación y migración de células
Los queratinocitos se generan en la capa basal y migran hacia la superficie, transformándose a lo largo del proceso
Los melanocitos son responsables de la pigmentación y las células de Langerhans participan en la respuesta inmune
La dermis es la capa intermedia de la piel, compuesta por una matriz de tejido conectivo
Resistencia y elasticidad
La dermis proporciona resistencia y elasticidad gracias a su composición de colágeno y fibras elásticas
Nutrición de la epidermis
La dermis es vital para la nutrición de la epidermis
Funciones sensoriales y termorregulación
La dermis juega un papel en la sensación y la termorregulación gracias a su riqueza en vasos sanguíneos, linfáticos y terminaciones nerviosas
La hipodermis es la capa más profunda de la piel, también conocida como tejido subcutáneo
Aislamiento térmico y reserva energética
La hipodermis proporciona aislamiento térmico y reserva energética gracias a sus células adiposas
Amortiguador contra impactos y presiones externas
La hipodermis actúa como un amortiguador contra impactos y presiones externas
Regulación metabólica
La hipodermis juega un papel en la regulación metabólica del cuerpo
La piel está inervada por una red compleja de nervios
Regulación de funciones autónomas
Los nervios eferentes autónomos regulan funciones como la vasodilatación y la secreción de las glándulas sudoríparas
Transmisión de sensaciones somáticas
Los nervios aferentes somáticos transmiten sensaciones de tacto, temperatura, presión y dolor al sistema nervioso central
Las funciones sensoriales son esenciales para la protección y la interacción con el entorno
La piel actúa como una barrera para proteger contra agentes patógenos y prevenir la deshidratación
La dermis proporciona soporte estructural y alberga mecanismos de reparación y defensa
La piel participa en la síntesis de vitamina D y en la regulación de la temperatura corporal a través de la vasodilatación, la vasoconstricción y la transpiración