La anatomía de la nariz incluye el vestíbulo nasal, la cavidad nasal y los senos paranasales, esenciales para la respiración y el olfato. La inervación sensorial proviene del nervio trigémino, mientras que la motora es del nervio facial. Los cornetes nasales y la mucosa olfatoria son cruciales para filtrar y percibir olores. Los senos paranasales, con variabilidad individual, contribuyen a la resonancia de la voz y la humidificación del aire.
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El vestíbulo nasal está limitado por el ala nasal lateralmente y por el septum medialmente, y está revestido por piel que contiene pelos y glándulas sebáceas
Techo Nasal
El techo nasal incluye tres secciones: anterior, central y posterior, y alberga células receptoras olfativas en el epitelio olfatorio
Paredes y Piso de la Cavidad Nasal
El piso nasal está formado por el proceso palatino del maxilar y la lámina horizontal del palatino, mientras que la pared lateral contiene tres cornetes nasales que ayudan a calentar y humidificar el aire inhalado
Los senos paranasales son cavidades aéreas ubicadas en los huesos del cráneo que ayudan a aligerar el peso del cráneo y a calentar y humidificar el aire inhalado
El seno maxilar se desarrolla durante la vida intrauterina y alcanza su tamaño completo durante la adolescencia, y su drenaje adecuado es esencial para prevenir infecciones sinusales
El seno frontal se desarrolla anatómicamente a partir de los 2 años de edad y varía en tamaño y presencia entre individuos
El laberinto etmoidal se desarrolla a partir del quinto mes de vida intrauterina y se divide en etmoides anterior y posterior
El seno esfenoidal se desarrolla alrededor de los 3 a 4 años de edad y su drenaje se encuentra en la pared anterior del hueso esfenoidal, cerca de estructuras críticas como el quiasma óptico