El manejo del dolor abdominal en servicios de emergencia es crucial para identificar condiciones como úlceras, apendicitis, gastroenteritis, problemas biliares, colecistitis y colangitis. La evaluación incluye historia clínica, examen físico, análisis de laboratorio y pruebas de imagen. Tratamientos varían desde medicamentos hasta cirugías urgentes para prevenir complicaciones graves como peritonitis o isquemia mesentérica.
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Los trastornos gastrointestinales, como úlceras, apendicitis y gastroenteritis, pueden ser causas del dolor abdominal
Los problemas biliares, como cólicos y colecistitis, pueden ser causas del dolor abdominal
Es crucial detectar signos de alerta como la irritación peritoneal, la presencia de neumoperitoneo y líquido libre en la cavidad abdominal para un manejo adecuado y evitar complicaciones
La úlcera gastrointestinal puede manifestarse con un dolor abdominal repentino y agudo, localizado en el epigastrio y que puede irradiarse hacia otras áreas
La perforación gastroduodenal, una emergencia médica que resulta de la ruptura de una úlcera, provoca un dolor epigástrico intenso y requiere atención quirúrgica inmediata para prevenir la peritonitis
El manejo de la úlcera no complicada incluye medicamentos que neutralizan o disminuyen la producción de ácido gástrico, así como medidas de soporte como el reposo y la administración de antieméticos si es necesario
La apendicitis aguda se presenta con un dolor que inicialmente puede ser difuso y luego se localiza en el cuadrante inferior derecho del abdomen, acompañado a menudo de fiebre y malestar general
El diagnóstico se confirma con la historia clínica, examen físico y, en algunos casos, pruebas de imagen como la ecografía o la tomografía computarizada
El tratamiento estándar es la apendicectomía, que debe realizarse de manera oportuna para evitar complicaciones como la perforación o la peritonitis
La gastroenteritis aguda se caracteriza por diarrea, vómitos y dolor abdominal, y puede ser causada por agentes infecciosos o toxinas
El tratamiento se centra en la rehidratación oral o intravenosa y, cuando es apropiado, en el uso de antidiarreicos
El cólico biliar, generalmente causado por cálculos que obstruyen las vías biliares, provoca un dolor intenso que puede requerir analgésicos y espasmolíticos
La colecistitis aguda, inflamación de la vesícula biliar, suele ser secundaria a la obstrucción por cálculos biliares y se manifiesta con dolor en el hipocondrio derecho, fiebre y vómitos
El diagnóstico se basa en la clínica y se confirma con ecografía, y el tratamiento puede ser médico inicialmente, pero la colecistectomía es frecuentemente necesaria
La colangitis es una infección grave de las vías biliares que requiere tratamiento antibiótico urgente y, en algunos casos, descompresión biliar mediante procedimientos endoscópicos o quirúrgicos
La pancreatitis aguda se caracteriza por dolor abdominal severo y elevación de enzimas pancreáticas como la amilasa y la lipasa
El manejo depende de la causa subyacente y puede incluir ayuno, analgesia y tratamiento de las complicaciones
La oclusión intestinal presenta síntomas de dolor, distensión abdominal, vómitos y parada de heces y gases
Los factores de riesgo incluyen fibrilación auricular, arterioesclerosis y shock
El diagnóstico se realiza mediante la historia clínica, análisis de laboratorio y estudios de imagen como la arteriografía
El tratamiento es urgente y puede incluir medidas de soporte, anticoagulación y, en algunos casos, cirugía para restablecer la perfusión intestinal y prevenir daños irreversibles