La Fase Anal y las Consecuencias de la Educación de Esfínteres
La fase anal, que ocurre alrededor del segundo año de vida, se centra en el control de esfínteres y la eliminación de heces, convirtiéndose en una experiencia significativa para el niño. La forma en que los padres manejan la educación de esfínteres impone la primera disciplina y autocontrol, dejando una huella indeleble en la personalidad del niño. Una intervención punitiva puede generar rebeldía o, en contraste, una formación reactiva que conduce a un comportamiento meticuloso y orden compulsivo. La retención de heces puede ser placentera y promover un carácter ahorrativo y la tendencia a acumular objetos.La Fase Fálica y la Construcción de la Identidad Sexual
La fase fálica, que se desarrolla entre los tres y cinco años de edad, es el período en el que los órganos sexuales se convierten en una fuente primaria de placer y se inicia el complejo de Edipo. En los varones, el temor a la castración conduce a la represión del deseo hacia el progenitor del sexo opuesto y a la identificación con el progenitor del mismo sexo. En las niñas, la envidia del pene y el debilitamiento del vínculo materno llevan a una preferencia por el progenitor del sexo opuesto y a la formación de la identidad femenina y la futura maternidad. Estos procesos son fundamentales para el desarrollo del superyo y la resolución de los complejos de Edipo y de castración.La Fase de Latencia y el Fortalecimiento del Yo
La fase de latencia se caracteriza por una disminución de la actividad sexual y un fortalecimiento del yo en su interacción con la realidad externa. Esta etapa se divide en dos periodos: el primero, de los seis a los ocho años, marcado por la represión de la conducta sexual; y el segundo, que se extiende hasta la pubertad, donde se consolidan las defensas del yo. Durante esta fase, las experiencias escolares y las relaciones con pares son cruciales para el ajuste a la autoridad y el aprendizaje de habilidades como la competencia y la cooperación.La Adolescencia y la Integración de la Personalidad
La adolescencia, o fase genital, es el período en el que se reactivan las pulsiones sexuales, lo que conduce a nuevas adaptaciones y a la estabilización de la personalidad. La atracción hacia el sexo opuesto y la socialización son características distintivas de esta etapa, que no reemplaza las fases pregenitales sino que las integra bajo la primacía de la genitalidad. El yo y el ello luchan por el control, resultando en una amplia gama de comportamientos que varían desde el egoísmo hasta la generosidad, y de la timidez al comportamiento gregario.Fijaciones y Regresiones en el Desarrollo Psicológico
Las etapas iniciales del desarrollo son críticas para el establecimiento de puntos de fijación que pueden desencadenar regresiones ante conflictos pulsionales en etapas posteriores. Estas fijaciones, a menudo inconscientes, pueden ser hacia objetos o modos de gratificación experimentados previamente. La tendencia a regresar a formas conocidas de placer en respuesta a la insatisfacción con experiencias actuales es un fenómeno común en la psicología del desarrollo y refleja la persistencia de patrones de comportamiento establecidos en la infancia.