La estratificación social y cultural de la Nueva España se manifestaba en la arquitectura residencial y la distribución de ocupaciones. La élite vivía en lujosas residencias, mientras que las clases medias y bajas ocupaban viviendas modestas. Los roles laborales estaban fuertemente influenciados por la etnia y el estatus social, perpetuando una jerarquía que se extendía desde la administración hasta los trabajos de servicio.
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La sociedad en la Nueva España estaba marcada por una estricta jerarquía social
Homogeneización de comportamientos y creencias
La moral cristiana y la educación humanista buscaban homogeneizar los comportamientos y creencias en la sociedad de la Nueva España
Reconocimiento de la diversidad cultural
A pesar de la homogeneización, se reconocía la diversidad cultural en la sociedad de la Nueva España
La apariencia externa de nobleza y riqueza era esencial para el estatus social en la Nueva España
Los pueblos indígenas fueron categorizados como "indios" en la Nueva España
La diversidad cultural de los pueblos indígenas fue reducida a una única identidad en la Nueva España
Los indígenas fueron segregados y tutelados directamente por la Corona en la Nueva España
Los españoles peninsulares y criollos se dedicaban principalmente a la administración, la artesanía de lujo y el comercio en la Nueva España
Los mestizos y mulatos se encontraban a menudo en oficios artesanales y roles de servicio en la Nueva España
Los africanos y sus descendientes eran comúnmente empleados como sirvientes o trabajadores en las haciendas en la Nueva España
Los indígenas se concentraban en trabajos agrícolas y de servicio doméstico en la Nueva España
Las residencias de la élite en la Nueva España eran amplias y lujosas, con patios internos y múltiples habitaciones
Las clases medias y bajas en la Nueva España habitaban en viviendas más modestas, como accesorias y cuartos
La distribución residencial en la Nueva España reflejaba la estratificación social y étnica de la sociedad