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La placenta es fundamental en el embarazo, originándose del trofoblasto y evolucionando para facilitar el intercambio de nutrientes y oxígeno entre madre y feto. Este órgano endocrino secreta hormonas esenciales y proporciona inmunidad pasiva al feto, mientras su estructura y circulación se adaptan a lo largo de la gestación para optimizar su función.
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El trofoblasto es una capa de células especializadas que se origina a partir de la masa celular externa del blastocisto y es esencial para la formación de la placenta
La implantación del blastocisto en el endometrio uterino es el primer paso en la formación de la placenta
El trofoblasto se diferencia rápidamente en el saco coriónico y las vellosidades coriónicas, que son fundamentales para el intercambio de nutrientes y desechos entre la madre y el embrión
A finales de la tercera semana de gestación, se establecen los cambios anatómicos y funcionales necesarios para el intercambio de sustancias entre la madre y el feto
A partir de la cuarta semana, una red vascular compleja en la placenta facilita la transferencia eficiente de oxígeno, nutrientes y productos de desecho
Durante el segundo trimestre, la placenta se diferencia en componentes maternos y fetales, incluyendo la placa coriónica y las vellosidades coriónicas que permiten el intercambio de sustancias entre la madre y el feto
A medida que progresa el embarazo, el saco coriónico se expande y las vellosidades coriónicas en el polo abembrionario se aplanan y degeneran, dando lugar al corion liso
En contraste, las vellosidades en el polo embrionario se densifican, formando el corion frondoso, que junto con la decidua basal del endometrio, constituye la placenta funcional
A lo largo del embarazo, el crecimiento del útero y la placenta acompaña al desarrollo del feto, y la placenta alcanza su tamaño máximo alrededor de la semana 18 a 20
La placenta desempeña un papel crucial en el intercambio de sustancias entre las circulaciones materna y fetal, permitiendo el paso de oxígeno, nutrientes y hormonas
La membrana placentaria actúa como una barrera selectiva, permitiendo el paso de sustancias necesarias para el desarrollo fetal mientras bloquea la mayoría de las células sanguíneas y patógenos
Además de su función en el intercambio de sustancias, la placenta también actúa como un órgano endocrino, secretando hormonas como la hCG, progesterona y estrógenos, que son vitales para el mantenimiento del embarazo y el desarrollo fetal