Los huesos craneales, incluyendo el frontal, etmoides, esfenoides, occipital, temporal y parietal, son esenciales para la protección del cerebro, la formación de la cavidad nasal y orbitaria, y la articulación de la mandíbula. Estos huesos se caracterizan por su estructura compleja y conexiones con otros huesos, permitiendo el movimiento y albergando órganos sensoriales como el oído. Los huesos wormianos, aunque variables, pueden tener relevancia clínica en el diagnóstico de ciertas condiciones.
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El hueso frontal protege el cerebro y forma la cavidad orbitaria y la frente
Porción vertical
La porción vertical forma la frente
Porción horizontal
La porción horizontal contribuye al techo de las órbitas y la fosa nasal
Eminencias frontales
Las eminencias frontales son más notables en mujeres y fetos
Glabela
La glabela se encuentra entre las eminencias frontales
Arcadas superciliares
Las arcadas superciliares se relacionan con la posición de las cejas
Senos frontales
Los senos frontales son cavidades llenas de aire que se desarrollan completamente alrededor de los 20 años
Espina nasal del frontal
La espina nasal del frontal forma parte de la órbita y la región etmoidonasal
Canal y cresta frontal
La cara interna del hueso frontal puede presentar un canal y una cresta frontal en la línea media
El hueso etmoides es un componente esencial de la cavidad nasal y las fosas orbitarias
Lámina perpendicular
La lámina perpendicular forma parte de la pared nasal y sirve de anclaje para las meninges cerebrales
Lámina cribosa
La lámina cribosa contiene orificios por donde pasan los filamentos olfatorios
Masas laterales
Las masas laterales contienen las celdas etmoidales que forman parte de los senos paranasales
El hueso etmoides mejora la eficiencia del calentamiento y la humidificación del aire inhalado
El hueso esfenoides actúa como un puente entre varias estructuras craneales
Cuerpo central
El cuerpo central contiene la silla turca, donde reside la glándula pituitaria
Alas menores y mayores
Las alas menores y mayores contribuyen a la formación de las paredes de las órbitas y las fosas craneales
Apófisis pterigoides
Las apófisis pterigoides son importantes para la musculatura masticatoria
El hueso esfenoides se articula con todos los demás huesos del cráneo
El hueso occipital protege el cerebro y la médula espinal y contiene el foramen magno
Protuberancia occipital externa
La protuberancia occipital externa es un punto de inserción para los músculos del cuello
Líneas nucal superior e inferior
Las líneas nucal superior e inferior son puntos de inserción para los músculos del cuello
Cóndilos occipitales
Los cóndilos occipitales articulan con el atlas permitiendo el movimiento de la cabeza
El hueso temporal alberga el oído medio e interno y participa en la articulación de la mandíbula
Escamosa
La parte escamosa forma la parte plana y lateral del cráneo
Petrosa
La parte petrosa contiene los órganos del oído interno
Timpánica
La parte timpánica forma parte del conducto auditivo externo
Apófisis mastoides
La apófisis mastoides sirve como punto de anclaje para los músculos del cuello
Apófisis estiloides
La apófisis estiloides es importante para los músculos de la lengua y la faringe
Apófisis cigomática
La apófisis cigomática contribuye a la formación del arco cigomático
Los huesos parietales forman la mayor parte del techo y las paredes laterales del cráneo y contienen surcos vasculares y la fosa parietal
Eminencia parietal
La eminencia parietal es un punto de inserción para los músculos temporales
Líneas temporales
Las líneas temporales son puntos de inserción para los músculos temporales
Agujeros parietales
Los agujeros parietales son pasajes para vasos sanguíneos y nervios
Los huesos parietales se articulan con otros huesos del cráneo en diferentes suturas
Los huesos wormianos pueden estar asociados con ciertas condiciones genéticas o enfermedades y pueden tener relevancia clínica en el diagnóstico y estudio de la evolución del cráneo humano