El ciclo celular es fundamental para el crecimiento y la reproducción celular. Incluye la interfase, donde la célula crece y duplica su ADN, y la fase M, que abarca la mitosis y citocinesis. Este proceso asegura la transmisión genética y la división del citoplasma, vital para la vida eucariota y la homeostasis en organismos multicelulares.
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Durante la fase G1, la célula aumenta su tamaño, sintetiza proteínas y orgánulos, y acumula los recursos necesarios para la replicación del ADN
La fase S es crítica para la duplicación del material genético, asegurando que cada célula hija reciba una copia completa del genoma
En la fase G2, la célula continúa creciendo y se producen las proteínas y estructuras necesarias para la mitosis, además de llevar a cabo mecanismos de control para garantizar la fidelidad de la división celular
Profase
Durante la profase, los cromosomas se condensan y se forma el huso mitótico, mientras que la envoltura nuclear se desintegra
Metafase
En la metafase, los cromosomas se alinean en el plano ecuatorial de la célula y se unen a los microtúbulos del huso
Anafase
Durante la anafase, las cromátidas hermanas se separan y son arrastradas hacia los polos opuestos
Telofase
En la telofase, se reorganiza la envoltura nuclear alrededor de los conjuntos de cromosomas en cada polo, y el material genético se descondensa
Anillo de Contractil (en células animales)
En células animales, la citocinesis se lleva a cabo mediante la formación de un surco de división conocido como anillo de contractil, que se contrae y divide la célula en dos
Placa Celular (en células vegetales)
En células vegetales, la citocinesis se lleva a cabo mediante la formación de una placa celular en el centro de la célula, que crece hacia afuera hasta fusionarse con la pared celular, dando lugar a dos células hijas separadas