El desarrollo temprano de la comunicación en los niños es un proceso fascinante que comienza con conductas reflejas y evoluciona hacia una comunicación intencional y bidireccional. A medida que los infantes crecen, descubren la intencionalidad comunicativa y aprenden a expresar necesidades y deseos. La función pragmática del lenguaje se desarrolla, permitiendo interacciones más complejas y la adopción del lenguaje oral. La narración colaborativa y la competencia comunicativa maduran, mejorando la capacidad de los niños para compartir experiencias y conocimientos.
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Los infantes interactúan con su entorno mediante conductas reflejas como el llanto y la sonrisa
Aunque inicialmente no son intencionales, los adultos interpretan estas conductas como intentos de comunicación y responden a ellas
El intercambio entre infantes y adultos establece una comunicación unidireccional temprana
Conforme el niño crece, comienza a influir en su entorno de manera intencionada, señalando el inicio de una comunicación bidireccional
La intencionalidad comunicativa surge cuando el niño se da cuenta de que puede influir en los demás mediante la generación de mensajes
La intencionalidad comunicativa se nutre de las respuestas del entorno a las acciones y vocalizaciones del niño
Los niños descubren la función instrumental del lenguaje, donde el adulto actúa como facilitador para alcanzar un objetivo
La función regulatoria se desarrolla cuando el niño comienza a usar comportamientos reflejos para dirigir las acciones de los adultos y satisfacer sus propias necesidades
Cerca del noveno mes, los niños empiezan a manifestar deseos comunicativos, como el deseo de influir en su entorno
La función pragmática del lenguaje permite al niño expresar necesidades y deseos, como pedir ayuda o compartir información
Desde el cuarto mes, los niños demuestran interés por los objetos y aprenden que pueden obtenerlos a través de señas o vocalizaciones
El aprendizaje de medios más convencionales, como el lenguaje oral, surge a medida que los niños expanden sus intereses y se dan cuenta de la limitación de los gestos y vocalizaciones
Durante el segundo año de vida, los niños comienzan a utilizar la función patética del lenguaje, que promueve el aprendizaje emocional
Los niños exploran el espacio pragmático del lenguaje para construir y organizar su conocimiento
Con el desarrollo de sus habilidades comunicativas, los niños descubren la función personal del lenguaje, que les permite compartir sus intereses y opiniones de manera consciente y deliberada