La función respiratoria es vital para el intercambio de gases y la nutrición celular. Involucra la inhalación de oxígeno y la exhalación de dióxido de carbono, procesos que dependen de la mecánica pulmonar y la ventilación. Los alvéolos pulmonares son el sitio de la hematosis, donde ocurre el intercambio gaseoso. Las patologías respiratorias como la EPOC y el asma afectan esta función esencial.
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La respiración es esencial para la vida ya que permite el intercambio de gases necesario para la nutrición celular
Vías aéreas superiores
Las vías aéreas superiores filtran y acondicionan el aire antes de que llegue a los pulmones
Vías aéreas inferiores
Las vías aéreas inferiores conducen el aire hacia los alvéolos pulmonares
La ventilación pulmonar se divide en dos fases: inspiración y espiración
La hematosis es el proceso de intercambio gaseoso que ocurre en los alvéolos
La delgada barrera alveolocapilar facilita el intercambio gaseoso entre los alvéolos y los capilares
El oxígeno es transportado por la hemoglobina hacia los tejidos del cuerpo, mientras que el CO2 es transportado de vuelta a los pulmones para ser exhalado
Los volúmenes pulmonares reflejan la cantidad de aire movilizado durante la respiración
La capacidad vital es la máxima cantidad de aire que una persona puede expulsar de los pulmones tras una inspiración máxima
La mecánica respiratoria es influenciada por varios factores, como la presión atmosférica y la complacencia pulmonar
El control de la respiración es un proceso automático regulado por centros respiratorios en el cerebro
Los quimiorreceptores y mecanorreceptores monitorean los niveles de gases y el pH sanguíneo para mantener la homeostasis
El sistema respiratorio contribuye al equilibrio ácido-base exhalando CO2 y regulando la concentración de bicarbonato en la sangre