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El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es un tributo esencial en España que grava los ingresos anuales de los residentes. Este sistema progresivo refleja la capacidad económica de cada individuo y varía según la Comunidad Autónoma. Se abordan las categorías de ingresos sujetas a este impuesto, las deducciones aplicables, especialmente en alquileres, y los incentivos fiscales para fomentar el arrendamiento de viviendas habituales. También se detalla la fiscalidad de la venta de inmuebles y la gestión de propiedades a través de sociedades.
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El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es un tributo que se aplica a los ingresos anuales de las personas físicas residentes en España
Naturaleza personal y directa
El IRPF se caracteriza por ser un impuesto personal y directo que refleja la capacidad económica individual mediante un sistema progresivo
Cesión a las Comunidades Autónomas
El IRPF es parcialmente cedido a las Comunidades Autónomas, lo que puede resultar en diferencias tributarias regionales
Sujetos al impuesto
Están sujetos al IRPF los individuos que residan en España más de 183 días al año o aquellos cuyo centro principal de intereses económicos esté en el país
El IRPF grava distintas categorías de ingresos como rendimientos del trabajo, del capital inmobiliario, de actividades económicas, del capital mobiliario, y ganancias y pérdidas patrimoniales, con ciertas excepciones
La declaración de la renta se divide en dos secciones: la Renta general y la Renta del ahorro
Renta general
Incluye rendimientos del trabajo, del capital inmobiliario y de actividades económicas
Renta del ahorro
Comprende rendimientos del capital mobiliario y ganancias y pérdidas patrimoniales
Se permiten deducciones y reducciones para calcular el importe imponible, disminuyendo la carga fiscal
Los propietarios pueden deducir gastos vinculados a la generación de ingresos por alquiler, como intereses de préstamos hipotecarios, impuestos locales y gastos de gestión
Se promueve el alquiler de viviendas para uso habitual mediante una reducción del 60% sobre el rendimiento neto
Los ingresos netos por alquiler se suman a la base imponible general y se les aplica una escala progresiva de gravamen, mientras que los beneficios de la venta de inmuebles se incluyen en la base del ahorro y se gravan según una escala específica
La gestión de inmuebles a través de una sociedad limitada puede ofrecer ventajas fiscales bajo ciertas condiciones, como el régimen especial de entidades de arrendamiento de viviendas (REAV)