La competencia perfecta y el equilibrio competitivo a corto plazo son conceptos clave en la economía. En un mercado ideal, numerosos compradores y vendedores interactúan sin influir en los precios, que son determinados por la oferta y la demanda. Los productos son homogéneos y las empresas, precio-aceptantes, deben igualar el coste marginal con el precio de mercado para maximizar beneficios. A largo plazo, esto lleva a un beneficio económico nulo y una asignación eficiente de recursos.
En la competencia perfecta, hay una gran cantidad de compradores y vendedores en el mercado
Ningún comprador o vendedor tiene suficiente poder para afectar el precio del mercado en la competencia perfecta
En la competencia perfecta, el precio del mercado es determinado por la interacción de la oferta y la demanda
En la competencia perfecta, los bienes ofrecidos por las empresas deben ser idénticos y intercambiables
Los participantes del mercado en la competencia perfecta deben tener acceso a información completa y precisa sobre las condiciones y precios del mercado
En la competencia perfecta, las empresas pueden entrar y salir libremente del mercado sin barreras
En la competencia perfecta, los factores de producción pueden moverse libremente entre empresas
En la competencia perfecta, las empresas deben aceptar el precio del mercado y ajustar su producción en consecuencia para maximizar sus beneficios
En la competencia perfecta, las empresas buscan maximizar sus beneficios económicos, que incluyen el coste de oportunidad de los recursos utilizados en la producción
En el corto plazo, el equilibrio competitivo en la competencia perfecta se alcanza cuando el coste marginal de producción es igual al precio de mercado
A largo plazo, la entrada y salida de empresas en la competencia perfecta conduce a un equilibrio donde todas las empresas obtienen un beneficio económico nulo